Un nuevo estudio respalda la idea de que la semaglutida, el principio activo de Ozempic y Wegovy, podría ayudar a las personas con trastornos por consumo de alcohol a reducir su ingesta.
La investigación encontró que las inyecciones semanales del fármaco disminuyeron los antojos y redujeron la cantidad y la frecuencia del consumo de alcohol en comparación con un placebo.
Según el autor principal del estudio, Christian Hendershot, existe una necesidad urgente de nuevos enfoques para tratar el alcoholismo. Hendershot, quien dirige la investigación clínica en el Instituto de Investigación de Adicciones de la Universidad del Sur de California, explicó que los tratamientos actuales aprobados para reducir el consumo de alcohol no son ampliamente utilizados. Sin embargo, la popularidad de los medicamentos GLP-1 como Ozempic podría facilitar su adopción en el tratamiento del trastorno por consumo de alcohol.
Los hallazgos fueron publicados el 12 de febrero en JAMA Psychiatry.
La relación entre los fármacos GLP-1 y la disminución del consumo de alcohol ya había sido observada en pacientes que los tomaban para controlar la diabetes o perder peso. Sin embargo, Hendershot destacó que este estudio es el primer ensayo clínico aleatorizado y controlado con placebo que investiga este efecto.
El ensayo incluyó a 48 adultos con patrones de consumo problemático, aunque ninguno estaba buscando tratamiento activamente.
Las mujeres participantes consumían más de siete bebidas alcohólicas por semana, mientras que los hombres ingerían 14 o más. Todos los participantes también registraban al menos dos episodios de consumo excesivo de alcohol por semana (cuatro o más bebidas para mujeres y cinco o más para hombres).
Antes de comenzar el estudio, los investigadores de la USC realizaron una prueba en la que los participantes bebieron su bebida alcohólica preferida en un ambiente controlado para establecer una referencia de sus hábitos y antojos.
Durante el ensayo, los participantes recibieron inyecciones semanales de dosis bajas de semaglutida o un placebo durante nueve semanas, mientras se registraban sus hábitos de consumo.
Al finalizar el estudio, los investigadores realizaron una nueva evaluación en el laboratorio para medir su consumo de alcohol.
Los resultados mostraron que Ozempic redujo los antojos y la cantidad de alcohol ingerida, con efectos incluso mayores que los de los medicamentos actualmente aprobados para tratar el alcoholismo.
Además, los episodios de consumo excesivo se redujeron significativamente. Al final del ensayo, el 40 % de quienes recibieron Ozempic no habían tenido episodios de consumo excesivo durante el último mes, en comparación con solo el 20 % de los que recibieron un placebo.
También se observó una disminución en el consumo de tabaco entre los participantes fumadores que tomaban Ozempic.
Según la Dra. Klara Klein, coautora del estudio y profesora asistente de medicina en la Universidad de Carolina del Norte, estos hallazgos sugieren que la semaglutida y fármacos similares podrían cubrir una necesidad aún no satisfecha en el tratamiento del trastorno por consumo de alcohol.
Klein subrayó la importancia de realizar estudios más amplios y de mayor duración para evaluar la seguridad y eficacia de estos medicamentos en personas con este trastorno, aunque los resultados iniciales son alentadores.