Un estudio reciente sugiere que los medicamentos GLP-1, como Ozempic, pueden mejorar la supervivencia y reducir el riesgo de insuficiencia orgánica en pacientes con trasplante de riñón.
Estos fármacos, utilizados para tratar la diabetes tipo 2 y favorecer la pérdida de peso, parecen contribuir al éxito del trasplante. Según los investigadores, los pacientes que tomaban medicamentos GLP-1 tenían un 49 % menos de probabilidades de que su nuevo riñón fallara y un 31 % menos de riesgo de morir en los cinco años posteriores al inicio del tratamiento.
Los medicamentos GLP-1, como semaglutida y liraglutida, ayudan a regular el azúcar en sangre, reducir el apetito y ralentizar la digestión. Sin embargo, también presentan riesgos, como la posibilidad de inflamación pancreática, problemas hepáticos y un mayor riesgo de retinopatía diabética, una afección ocular que puede causar ceguera.
Los investigadores revisaron los historiales médicos de más de 18,000 receptores de trasplantes de riñón con diabetes y encontraron que quienes tomaban GLP-1 tenían un 49 % más de riesgo de desarrollar retinopatía diabética.
Los médicos sugieren controlar de cerca la salud ocular de estos pacientes y ajustar las dosis para minimizar los riesgos. A pesar de los beneficios observados, aún se necesita más investigación para comprender completamente el impacto de estos fármacos en los trasplantes de riñón.