Las políticas públicas que realmente ayudan a prevenir el suicidio

Un estudio reciente señala que algunas de las políticas públicas más eficaces para prevenir el suicidio no están directamente relacionadas con el suicidio o la salud mental. Iniciativas como aumentar el salario mínimo, prohibir la discriminación de género y reducir el consumo de alcohol tienen un impacto indirecto en la prevención del suicidio, según explicó Jonathan Purtle, investigador principal del estudio y profesor asociado de política y gestión de salud pública en la NYU.

De hecho, los investigadores sugieren que estas políticas podrían ser más efectivas para prevenir el suicidio que otras medidas como ampliar el acceso a la atención sanitaria o restringir el acceso a armas de fuego.

El estudio, publicado el 7 de enero en la revista Annual Review of Public Health, subraya la importancia de considerar los determinantes sociales en la prevención del suicidio. Michael Lindsey, otro de los investigadores, enfatizó que el bienestar mental de una persona no solo depende de factores clínicos, sino también de su entorno y experiencias.

En las últimas dos décadas, las tasas de suicidio han aumentado un 37%, con un incremento aún mayor del 62% entre los jóvenes de 10 a 24 años entre 2010 y 2020. Para entender qué políticas públicas podrían ser más efectivas en la prevención del suicidio, los investigadores analizaron proyectos de ley relacionados con el suicidio aprobados en los últimos 20 años, encontrando un aumento significativo en la cantidad de legislación y discusión bipartidista sobre el tema desde 2017.

El equipo de investigación revisó más de 100 estudios sobre políticas públicas y encontró tres áreas clave que podrían ayudar a reducir las tasas de suicidio: limitar el acceso a los medios de suicidio (como restringir la compra de armas de fuego o instalar barreras en puentes altos), aumentar el acceso a servicios de salud mental (como ampliar Medicaid o exigir cobertura de terapia) y abordar factores de riesgo subyacentes como los bajos salarios, el desempleo, la discriminación, el consumo de alcohol y el tabaquismo.

Los hallazgos más sólidos sugieren que mejorar la seguridad económica, limitar el acceso al alcohol y restringir los medios letales de suicidio son particularmente eficaces. Además, las leyes que retrasan la compra de armas de fuego y exigen su almacenamiento seguro han demostrado ser efectivas en la prevención del suicidio, especialmente entre los jóvenes.

Aunque se reconoce la efectividad de estas políticas, los investigadores también subrayan la necesidad de más investigaciones, particularmente sobre la eficacia de la nueva línea de emergencia 988 para la prevención del suicidio y el impacto de las redes sociales en los suicidios juveniles.

Si tú o alguien que conoces está pasando por una crisis, es importante buscar ayuda llamando a la Línea Nacional de Prevención del Suicidio al 988.