La presencia de ansiedad o depresión afecta el cumplimiento terapéutico de los profesionales de la salud en México, al igual que sucede en la población general. Así lo demuestra una investigación reciente realizada con personal de hospitales de alta complejidad, quienes presentaban antecedentes de cardiopatía isquémica, hipertensión arterial, dislipidemia o diabetes.
Jessica Flores Mendoza, Ph. D., experta en psicología y miembro del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (CONAHCYT), destacó la relevancia de este tema. "En México, las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de mortalidad, y el cumplimiento terapéutico sigue siendo un reto. Explorar las barreras psicológicas en un grupo que debería estar más consciente de los riesgos evidencia las limitaciones incluso entre quienes están mejor informados", señaló en declaraciones a Medscape en español.
El estudio, publicado en Frontiers in Public Health, analizó datos de 1,377 profesionales de la salud (edad promedio: 43 años, 55 % mujeres) con al menos un factor de riesgo cardiovascular. Solo el 20 % de los participantes presentaba un índice de masa corporal dentro de un rango normal.
Mediante la Escala de Adherencia Terapéutica para Pacientes con Enfermedades Crónicas, se identificó que el 15.7 % de los participantes tenía un mayor riesgo de incumplimiento terapéutico. Sin embargo, solo el 10.3 % mostró actitudes negativas hacia el tratamiento farmacológico.
Factores psicológicos y su impacto
- El 70 % de los encuestados reportó síntomas moderados a graves de ansiedad, mientras que el 40 % presentó síntomas de depresión según la Escala de Depresión y Ansiedad Hospitalaria (HADS).
- Más del 60 % se percibió frecuentemente estresado, según la Escala de Estrés Percibido (PSS-14).
- La ansiedad y la depresión fueron más prevalentes en quienes tenían mayor riesgo de incumplimiento terapéutico. En contraste, el estrés percibido y actitudes positivas hacia los medicamentos se asociaron con una mejor adherencia al tratamiento.
Otros factores, como la personalidad tipo A, el índice de masa corporal y variables sociodemográficas (edad, sexo, estado civil o nivel educativo), no mostraron una relación significativa con el cumplimiento terapéutico.
Estos hallazgos subrayan la importancia de abordar los aspectos psicológicos para mejorar la adherencia terapéutica incluso en grupos profesionalmente capacitados, destacando la necesidad de un enfoque integral en la atención médica.