La reserva coronaria no requiere un ecógrafo de última generación

"La reserva coronaria de flujo permite evaluar tanto el vaso epicárdico como el vaso pequeño", afirmó el Dr. Guillermo Rodríguez Zavala durante su conferencia Reserva coronaria de flujo por ecocardiografía: mito o realidad en el XXXII Ciclo de Conferencias Médicas, CICOM 2024.

El especialista explicó que, para fines prácticos, la circulación coronaria se divide en tres compartimentos: 1) vaso epicárdico, 2) vaso precapilar y 3) vasos de intercambio. "El músculo cardíaco extrae más oxígeno a través de la vasodilatación de los vasos de resistencia", detalló.

"Lo fundamental es entender que la reserva coronaria amortigua considerablemente las variaciones epicárdicas. Nos preguntamos por qué algunos pacientes con lesiones del 80 % mantienen un buen flujo, y esto se debe a que están utilizando la reserva coronaria incluso en reposo", añadió.

El Dr. Rodríguez Zavala también aclaró que la evaluación de la reserva coronaria no es un concepto nuevo asociado a equipos de última generación. "La clave es el ajuste manual del preset, ya que los equipos no suelen tener un ajuste específico para las coronarias", indicó. Además, subrayó que la visualización de las coronarias no es sencilla y requiere mucha práctica.

Destacó la importancia de analizar el momento en que el flujo se mide en relación con el ciclo cardíaco para obtener una imagen precisa del flujo coronario. "A pesar de no estar evaluando aún la reserva, ya tenemos información al medir la velocidad del flujo en reposo", explicó.

En relación con los desafíos en México, señaló que "llevamos casi cuatro años sin vasodilatadores, lo que ha complicado mucho la evaluación, pero ya se validó un protocolo con dobutamina". Su recomendación fue no evaluar las coronarias a carga máxima, ya que se perdería el flujo; en su lugar, sugirió medir el flujo en un rango de entre 70 % de la frecuencia cardíaca máxima predicha, o hasta un 80 % en el caso de adultos mayores, lo cual permite observar claramente la coronaria bajo máximo estrés sin la necesidad de acelerar excesivamente el ritmo cardíaco.