Las mujeres que sobreviven al cáncer de mama y son tratadas con quimioterapia tienden a experimentar un deterioro físico más prolongado en comparación con aquellas que reciben terapia hormonal u otros tratamientos contra el cáncer.
Según los investigadores, las pacientes que recibieron quimioterapia reportaron un declive físico que persistió más de dos años después de su diagnóstico de cáncer de mama. Este deterioro incluyó fatiga y una disminución en la capacidad para realizar actividades diarias como caminar, subir escaleras o cargar objetos pesados.
"Es poco probable que las mujeres que no reciben quimioterapia experimenten un deterioro físico prolongado", señaló Clara Bodelon, investigadora principal y científica sénior de la Sociedad Americana Contra el Cáncer.
En el estudio, los investigadores analizaron datos de más de 2,500 mujeres diagnosticadas con cáncer de mama y las compararon con más de 12,800 mujeres sin cáncer. "Las pacientes con cáncer de mama enfrentan numerosos efectos de salud a largo plazo y tienen mayor riesgo de desarrollar enfermedades a una edad temprana, así como un aumento en la incidencia de afecciones crónicas", comentó Bodelon.
Alrededor del 48% de las mujeres con cáncer de mama recibieron terapia hormonal, el 11% recibió quimioterapia y el 25% ambas, según los investigadores.
Los resultados mostraron que las sobrevivientes de cáncer de mama que recibieron quimioterapia, terapia hormonal o ambas experimentaron un mayor deterioro físico en los dos años siguientes al diagnóstico, en comparación con las mujeres sin cáncer. Sin embargo, el deterioro físico en las pacientes que recibieron terapia hormonal se limitó únicamente a aquellas tratadas con inhibidores de la aromatasa, que bloquean la producción de estrógeno.
Además, el deterioro físico se extendió por más de dos años únicamente en las mujeres que recibieron quimioterapia.
"Estos hallazgos son relevantes porque entender los factores relacionados con el deterioro físico podría llevar a intervenciones que mejoren los resultados de salud de las sobrevivientes", dijo Bodelon. "No obstante, se requieren más estudios para confirmar estos resultados y comprender mejor las consecuencias de estos tratamientos", concluyó.