En un momento en que el acceso al aborto está siendo restringido en varios estados de Estados Unidos, surge una posible alternativa para las mujeres que buscan interrumpir un embarazo: el acetato de ulipristal. Este es el ingrediente activo de la píldora anticonceptiva de emergencia Ella, y un estudio reciente sugiere que podría ser eficaz como medicación abortiva si se administra en una dosis más alta. Este hallazgo podría tener implicaciones importantes en el debate sobre los derechos reproductivos.
Este estudio se lleva a cabo en un contexto donde la mifepristona, uno de los medicamentos clave en los abortos médicos, está siendo desafiada legalmente por opositores al aborto. En Estados Unidos, la mifepristona se usa en aproximadamente dos tercios de los abortos, en un protocolo combinado con misoprostol, que induce contracciones y sangrado para completar el proceso. Las restricciones al acceso a la mifepristona han impulsado a los expertos a buscar alternativas viables.
Publicado en la revista NEJM Evidence, el estudio evaluó a 133 mujeres con hasta nueve semanas de embarazo. A todas ellas se les administró una dosis de 60 miligramos de acetato de ulipristal, seguida de misoprostol 24 horas después. Los resultados fueron prometedores: en el 97% de los casos, esta combinación fue efectiva para inducir el aborto, un índice de efectividad similar al de la mifepristona y el misoprostol. Aunque algunas mujeres necesitaron procedimientos adicionales, estos resultados representan un avance significativo.
Sin embargo, los expertos advierten que aún queda trabajo por hacer antes de que esta alternativa sea adoptada de forma generalizada. La dosis utilizada en el estudio es el doble de la recomendada para la anticoncepción de emergencia, y los investigadores insisten en que se deben hacer más estudios para garantizar la seguridad y eficacia del ulipristal para este uso.
El acetato de ulipristal, comercializado como Ella, está aprobado para prevenir el embarazo hasta cinco días después de una relación sexual sin protección. La compañía fabricante afirma que este medicamento no interrumpe embarazos ya existentes, pero el estudio ha revelado su potencial como abortivo en dosis más altas. Esto podría convertir a la anticoncepción de emergencia en un nuevo objetivo para los opositores al aborto, según advierte el Dr. Daniel Grossman, de la Universidad de California en San Francisco.
Grossman elogió los resultados del estudio, pero expresó su preocupación de que los activistas antiaborto utilicen esta información para restringir aún más el acceso a la anticoncepción de emergencia. También destacó la importancia de continuar investigando el potencial del ulipristal como medicamento abortivo.
Por su parte, la Dra. Beverly Winikoff, presidenta de Gynuity Health Projects y autora principal del estudio, subrayó la importancia de proporcionar a las mujeres información clara sobre esta alternativa emergente. Según Winikoff, “al menos ahora tendríamos una opción más.” Señaló que contar con más opciones sería lo ideal para las mujeres que enfrentan barreras al acceso al aborto.
Este descubrimiento podría abrir nuevas posibilidades para las mujeres que enfrentan dificultades legales y sociales al acceder al aborto. Sin embargo, también plantea preguntas éticas y políticas que deben ser abordadas. En un contexto donde el derecho a decidir sigue siendo un tema controversial, cada alternativa cuenta.