La negligencia puede ser tan dañina para el desarrollo infantil como el abuso, de alguna manera

Un reciente estudio publicado en la revista Child Abuse and Neglect revela que la negligencia puede ser tan perjudicial para el desarrollo social de un niño como el abuso físico, sexual o emocional. Los niños cuyas necesidades básicas no se satisfacen pueden experimentar dificultades a largo plazo para formar relaciones interpersonales, lo que afecta su capacidad para hacer amigos y establecer vínculos románticos.

El estudio, dirigido por Christina Kamis, profesora asistente de sociología en la Universidad de Illinois, señala que los niños que sufren negligencia suelen alejarse de los demás, evitar la popularidad y mostrar menos interés en unirse a grupos sociales. Esto se debe, en parte, a que los niños maltratados frecuentemente sienten vergüenza y tienen una autoestima más baja, lo que desencadena un ciclo de aislamiento.

A través del análisis de datos de casi 9,200 participantes en un estudio federal que siguió a adolescentes desde la secundaria hasta la adultez, los investigadores encontraron que alrededor del 41% de los participantes habían experimentado algún tipo de maltrato antes de los 12 años, con más del 10% reportando negligencia física, que incluye la falta de vivienda, comida, ropa, educación y apoyo emocional.

Los investigadores observaron que la negligencia afectaba significativamente la sociabilidad, la popularidad y la capacidad de formar conexiones sociales estrechamente unidas. Mientras que los niños maltratados o negligidos tendían a tener menos amigos o ser menos mencionados por sus compañeros, lo que sugiere un rechazo por parte de los demás. Este fenómeno también se observó en los niños que sufrieron abuso físico o emocional, aunque la negligencia física tuvo el impacto más generalizado en las relaciones sociales.

El maltrato, especialmente la negligencia, también puede estigmatizar a los niños, lo que provoca que los compañeros los eviten, debido a la percepción de que tienen características indeseables, como dificultades para regular sus emociones o comportamientos agresivos. Además, la vergüenza que sienten estos niños puede llevarlos a retirarse aún más.

Kamis recomienda que médicos y maestros estén atentos a los signos de abuso o negligencia para poder brindarles el apoyo necesario, ayudando a los niños a superar las barreras sociales y a desarrollar relaciones saludables. El estudio subraya que perder las oportunidades de formar redes de apoyo durante la niñez puede tener efectos duraderos en el bienestar social y emocional de los niños a lo largo de sus vidas.