La miopía, un trastorno visual que afecta la capacidad de ver objetos a distancia, está en aumento, especialmente entre los niños.
Factores como el tiempo excesivo frente a pantallas y la falta de actividades al aire libre están contribuyendo a esta tendencia preocupante. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que algo tan simple como pasar tiempo al sol podría ser clave para frenar su avance y proteger la salud ocular infantil.
La miopía ocurre cuando el ojo crece de manera anormal, volviéndose más alargado, lo que dificulta el enfoque de objetos distantes. En casos graves, puede dar lugar a complicaciones como glaucoma, cataratas tempranas y desprendimiento de retina. Según la oftalmóloga Laura Di Meglio, este alargamiento ocular hace que las estructuras internas del ojo sean más vulnerables a daños irreversibles, lo que también puede afectar el rendimiento escolar y la confianza de los niños.
El papel protector de la luz solar
Estudios científicos han demostrado que la luz solar activa la producción de dopamina en la retina, un neurotransmisor que regula el crecimiento ocular y previene su alargamiento excesivo, uno de los principales factores que contribuye a la miopía. Chase Ludwig, experto en retina de la Universidad de Stanford, explica que "la luz solar, especialmente la intensa, ayuda a mantener la forma adecuada del ojo". Además, la luz solar fomenta la producción de vitamina D, que fortalece los tejidos oculares al reducir la inflamación y mejorar la función corneal.
¿Cuánto tiempo al aire libre es necesario?
Se recomienda que los niños pasen al menos una hora al aire libre cada día. Según un meta-análisis, esta cantidad de tiempo puede reducir el riesgo de desarrollar miopía en un 45%, y si el tiempo de exposición alcanza los 76 minutos diarios, la reducción puede llegar al 50%. Actividades sencillas como juegos en el parque o caminatas familiares pueden hacer una gran diferencia en la salud visual de los niños. La oftalmóloga pediátrica Terri Young subraya que "cada minuto cuenta para proteger los ojos en desarrollo".
Medidas adicionales para prevenir la miopía
Aunque la exposición al sol es crucial, no es la única estrategia. Reducir el tiempo frente a las pantallas y practicar la regla 20-20-20 (descansar la vista cada 20 minutos mirando algo a 6 metros de distancia durante 20 segundos) son prácticas efectivas para evitar la fatiga visual. Además, las revisiones oftalmológicas regulares son fundamentales para detectar problemas a tiempo y prevenir complicaciones. Sin embargo, menos del 15% de los niños en edad preescolar reciben exámenes visuales anuales.
Un hábito sencillo con beneficios profundos
Motivar a los niños a pasar más tiempo al aire libre es una solución simple y accesible que puede proteger su vista y mejorar su bienestar general. Combinando la exposición solar con otras medidas preventivas, los padres pueden ayudar a prevenir el avance de la miopía y fomentar una salud ocular óptima. Actuar ahora puede marcar la diferencia en la calidad de vida visual de las futuras generaciones.