El estudio realizado por el Instituto Karolinska y la Universidad de Gotemburgo resalta la importancia de cuidar la salud vascular para mantener un cerebro saludable a medida que envejecemos.
En este estudio, que analizó a 739 personas de 70 años sin deterioro cognitivo, se utilizó inteligencia artificial para estimar la edad cerebral a partir de resonancias magnéticas. Los resultados indicaron que ciertos hábitos saludables, como realizar ejercicio físico, seguir una dieta balanceada, dejar de fumar y controlar la glucosa, son esenciales para preservar la juventud cerebral.
Uno de los hallazgos clave fue que los factores que afectan negativamente los vasos sanguíneos están estrechamente relacionados con cerebros que muestran signos de envejecimiento prematuro. Además, se observó que la actividad física puede contrarrestar los efectos negativos de la obesidad en el envejecimiento cerebral, protegiendo la función cognitiva.
El estudio también identificó 12 hábitos esenciales para mantener un cerebro óptimo y prevenir enfermedades como el Alzheimer:
- Dieta saludable: Se recomienda la dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, pescado, aceite de oliva y nueces.
- Buena hidratación: Consumir entre 2 y 2.5 litros de agua al día.
- Ejercicio regular: Realizar 150 minutos semanales de actividad aeróbica y entrenamiento de fuerza.
- Estimulación cognitiva: Participar en actividades sociales y de aprendizaje.
- Higiene del sueño: Mantener horarios regulares y un entorno adecuado para dormir.
- Cuidar la audición: Realizar controles regulares y usar audífonos si es necesario.
- Evitar el tabaco: El cigarrillo incrementa el riesgo de daño cerebral.
- Manejo del estrés: Técnicas como meditación, yoga o mindfulness son útiles.
- Uso moderado de tecnología: Reducir el tiempo frente a pantallas mejora la calidad del sueño.
- Prevenir traumatismos: Usar casco y cinturón de seguridad en actividades de riesgo.
- Interacción social: Combatir el aislamiento social para proteger la reserva cognitiva.
- Control de factores cardiovasculares: Mantener la presión arterial, colesterol y peso en niveles saludables.
Este enfoque integral para cuidar la salud cerebral no solo reduce el riesgo de enfermedades neurodegenerativas, sino que también favorece un envejecimiento activo y saludable. En 2025, se iniciará una nueva investigación que profundizará en cómo los factores sociales, el sueño y el estrés impactan la resiliencia cerebral, con especial énfasis en la salud de las mujeres.
Adoptar estos hábitos no solo beneficia al cerebro, sino que también protege el corazón y las arterias, contribuyendo a una mejor calidad de vida a largo plazo.