El sarampión, una enfermedad que se pensaba erradicada, ha vuelto a ser una preocupación mundial debido a la disminución en la cobertura de vacunación, que en México se encuentra en un alarmante 70%. Este porcentaje está muy por debajo del 95% necesario para asegurar la inmunidad de rebaño, que es esencial para prevenir brotes masivos.
La doctora Susana López Charretón, investigadora de la UNAM, explicó que la pandemia de COVID-19 contribuyó a esta caída en las tasas de vacunación, ya que desvió recursos y atención hacia la emergencia sanitaria. Además, factores como los movimientos migratorios, los conflictos bélicos y el auge de los grupos antivacunas han agravado la situación. López Charretón advirtió que, si no se incrementa la cobertura de vacunación, se podrían volver a registrar casos de encefalitis, ceguera, sordera y hasta muertes por sarampión, que puede matar a uno de cada mil niños infectados.
El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta exclusivamente a los seres humanos y se propaga principalmente por las vías respiratorias. Sus síntomas iniciales incluyen fiebre, tos, ojos llorosos y una erupción cutánea característica. El virus ataca el sistema inmune y puede afectar órganos vitales, como los pulmones y el sistema linfático. Una persona infectada puede contagiar entre 10 y 15 personas más, lo que hace que su propagación sea alarmante.
La vacuna contra el sarampión, que existe desde hace más de 40 años, es altamente efectiva y puede garantizar protección de por vida si se recibe el esquema completo, que consta de dos dosis: una a los 12 meses y un refuerzo a los 18 meses. La inmunización no solo protege a la persona que recibe la vacuna, sino que también contribuye a proteger a aquellos que no pueden ser vacunados, como personas con sistemas inmunológicos debilitados o adultos mayores.
Es fundamental retomar los esquemas de vacunación y combatir las falsas creencias impulsadas por los grupos antivacunas. Las vacunas son seguras, efectivas y esenciales para proteger a la sociedad. Recuperar una cobertura de vacunación del 95% no solo evitará brotes de sarampión en México, sino que también contribuirá a un mundo más seguro y saludable. Vacunarse es una responsabilidad colectiva que salva vidas.