Los retrasos en la fase de sueño REM podrían ser una señal temprana de advertencia del Alzheimer.
Investigadores informaron en la revista Alzheimer's & Dementia que las personas que tardan más en alcanzar la fase de movimiento ocular rápido (REM) del sueño podrían estar experimentando un síntoma inicial de la enfermedad.
Según Yue Leng, profesor asociado de Psiquiatría y Ciencias Conductuales en la Universidad de California-San Francisco, la demora en el sueño REM afecta la consolidación de la memoria, ya que interfiere con los procesos cerebrales de aprendizaje. Además, si es insuficiente o se retrasa, puede aumentar el cortisol, una hormona del estrés que impacta negativamente el hipocampo, estructura clave para la memoria.
Estudios previos han indicado que la cantidad y calidad del sueño influyen en el riesgo de Alzheimer. Este estudio se centró en la fase REM, dado su papel en el procesamiento y almacenamiento de recuerdos, especialmente los emocionales.
Durante el sueño, el cerebro pasa por tres fases de sueño no REM antes de alcanzar la REM, un ciclo que se repite varias veces por noche. En personas mayores, este proceso suele tardar más.
La investigación analizó a 128 personas con un promedio de 70 años, atendidas en la unidad de neurología del Hospital de la Amistad China-Japón en Beijing. De los participantes, la mitad tenía Alzheimer y un tercio presentaba deterioro cognitivo leve, una posible señal temprana de la enfermedad.
Todos los participantes fueron monitoreados mientras dormían, registrando su actividad cerebral, movimientos oculares, frecuencia cardíaca y respiración. Se los dividió en dos grupos según su tiempo de entrada en la fase REM: uno antes de 98 minutos y otro después de 193 minutos de haberse dormido.
Los pacientes con Alzheimer tendían a presentar un retraso en el sueño REM y niveles elevados de proteínas amiloide y tau, asociadas con la enfermedad. Además, aquellos con sueño REM tardío tenían un 16 % más de amiloide y un 29 % más de tau, junto con niveles un 39 % más bajos de la proteína BDNF, esencial para la salud cerebral.
Sin embargo, no está claro si el retraso en el sueño REM contribuye al Alzheimer o si la enfermedad provoca estos cambios en el sueño. Algunos estudios en ratones han sugerido que el uso de melatonina podría reducir los niveles de tau y amiloide, al igual que ciertos medicamentos para el insomnio que favorecen el sueño REM.
Los investigadores destacaron la importancia de futuras investigaciones sobre medicamentos que modifiquen los patrones de sueño y su posible efecto en la progresión del Alzheimer. Mientras tanto, recomiendan una buena higiene del sueño, tratar afecciones como la apnea y evitar el consumo excesivo de alcohol. Además, instan a los pacientes que toman antidepresivos o sedantes que reducen el sueño REM a consultar a su médico si tienen preocupaciones sobre el Alzheimer.