El norovirus es una enfermedad muy contagiosa que provoca gastroenteritis, un término técnico para describir vómitos intensos, náuseas y diarrea grave.
Los brotes de esta enfermedad son comunes en invierno, especialmente en países como EE. UU. y Europa, cuando las personas pasan más tiempo en interiores, a menudo después de las festividades de fin de año. Según los CDC, los casos de norovirus están siendo reportados con mayor frecuencia que en años anteriores.
El Dr. Robert Atmar, experto en enfermedades infecciosas en el Colegio de Medicina Baylor, explicó que aunque el norovirus puede propagarse en cualquier época del año, su mayor incidencia se presenta durante el invierno. Añadió que no se sabe con certeza por qué los casos son más frecuentes en 2025, pero se cree que podría estar relacionado con las cepas circulantes y la falta de inmunidad en la población.
A continuación, algunos datos clave sobre el norovirus:
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Alta transmisibilidad: El norovirus se propaga fácilmente, ya sea por contacto directo con personas infectadas, alimentos o agua contaminados, o al tocar superficies contaminadas.
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Causas comunes: La infección puede originarse por consumir alimentos o agua contaminados, tocar superficies infectadas o estar en contacto cercano con alguien enfermo.
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Síntomas: Los síntomas, que incluyen vómitos y diarrea, suelen durar entre 24 y 72 horas. El vómito es el síntoma más frecuente, y los afectados comienzan a sentirse mal poco después de la infección.
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Contagio: El virus se puede transmitir antes, durante y después de los síntomas. Las personas son más contagiosas cuando tienen síntomas activos, pero también pueden propagar el virus hasta dos semanas después de haberse recuperado.
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Limpieza y precauciones: El virus está presente en fluidos corporales como el vómito y las heces. Es crucial usar guantes y lejía al 10% para limpiar superficies contaminadas. Además, las personas enfermas no deben preparar alimentos para otros, y deben lavarse las manos meticulosamente, incluso después de recuperarse.
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Tratamiento: No existe un medicamento antiviral específico para el norovirus. El tratamiento se basa en mantener la hidratación y descansar. Si es necesario, un médico puede recetar medicamentos para aliviar los síntomas de náuseas y vómitos.
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Prevención: La forma más efectiva de prevenir la infección es lavándose las manos con frecuencia, especialmente después de ir al baño, cuidar a personas enfermas o tocar superficies. También es importante limpiar y desinfectar bien las superficies y cocinar adecuadamente los mariscos.
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Vacunas: Actualmente no existen vacunas disponibles para prevenir el norovirus. Aunque se están evaluando posibles vacunas, se espera que tarden algunos años en estar disponibles para el público.
Es fundamental tomar medidas de higiene adecuadas para reducir el riesgo de contagio y protegerse contra esta enfermedad altamente contagiosa.