El Instituto del Corazón Quirónsalud Teknon en Barcelona es líder en cirugía cardiaca sin sangre, especialmente en pacientes que rechazan las transfusiones, como los testigos de Jehová.
Este centro es uno de los cinco referentes en Europa en intervenciones complejas sin el uso de sangre, aplicando un protocolo riguroso con más de 60 medidas para el ahorro de sangre, lo que ha permitido mantener una tasa global de transfusión inferior al 10% en los últimos 10 años.
Enfoque integral y personalizado:
El Dr. Xavier Ruyra, director del Servicio de Cirugía Cardiaca, explica que este programa no solo se aplica a los testigos de Jehová, sino a todos los pacientes operados en el centro. El protocolo riguroso y la aplicación de medidas en todas las fases de la cirugía (diagnóstico, preoperatorio, intervención y postoperatorio) permiten optimizar los resultados clínicos y minimizar la necesidad de transfusiones. Esto ha dado como resultado la tasa de transfusión más baja en toda España.
Claves del éxito:
- El proceso se basa en un enfoque multidisciplinario y multimodal, con un equipo altamente cualificado que incluye cirujanos cardíacos, anestesistas, intensivistas, cardiólogos y enfermería.
- A pesar de ser procedimientos difíciles y en ocasiones muy sangrantes, la clave del éxito está en la mentalidad y en el protocolo bien trabajado.
Casos complejos:
En los últimos 12 años, se han realizado 157 intervenciones en pacientes testigos de Jehová, de los cuales el 23,7% fueron casos de alto riesgo. Entre estos, se incluyen pacientes con síndromes agudos de aorta, reintervenciones múltiples y otras afecciones graves. Pese a la complejidad, ningún paciente requirió transfusión. La estancia hospitalaria media fue de solo 8,2 días.
Impacto del programa:
Este enfoque ha sido clave para respetar las creencias de los pacientes y proporcionar soluciones efectivas, incluso en los casos más desafiantes. La libertad de elección del paciente se respeta plenamente, garantizando intervenciones de alta complejidad con total seguridad.
Este modelo demuestra cómo un protocolo riguroso y un equipo multidisciplinario pueden hacer posible cirugías complejas sin recurrir a transfusiones, mejorando los resultados y la experiencia del paciente.