El invierno puede ser una temporada especialmente desafiante para nuestra piel, ya que las bajas temperaturas, el viento y el uso de calefacción interior afectan su salud. Para mantenerla hidratada, protegida y saludable, es esencial adaptarse a las condiciones climáticas con cuidados adecuados.
¿Por qué la piel se reseca en invierno?
- Vasoconstricción: El frío provoca la contracción de los vasos capilares, lo que reduce la circulación de oxígeno y nutrientes hacia la piel, afectando su apariencia y capacidad para renovarse.
- Viento: Este factor acelera la pérdida de humedad, dejando la piel seca, agrietada y vulnerable a la irritación.
- Calefacción: El aire caliente de los interiores también evapora la humedad de la piel, dejándola deshidratada.
- Renovación celular más lenta: La baja circulación y las temperaturas extremas ralentizan el proceso de renovación de las células de la piel, causando acumulación de células muertas y una sensación de tirantez.
Cómo cuidar el rostro y las manos
La piel del rostro y las manos son las más expuestas al frío y al viento, por lo que requieren atención especial:
- Rostro: Cambia tu crema de día por una más nutritiva, que incluya ingredientes hidratantes y que refuerce la barrera cutánea. Los aceites o cremas espesas son excelentes para combatir la sequedad.
- Manos: Usa cremas con efecto barrera para proteger las manos, ya que son más susceptibles a la resequedad debido al contacto frecuente con agua y jabón. Aplícala varias veces al día, especialmente después de lavar las manos.
Cuidado del cuerpo
Aunque el cuerpo esté cubierto con ropa, las zonas como codos, rodillas y pies requieren atención particular:
- Hidratación post-ducha: Es importante aplicar crema inmediatamente después de la ducha para retener la humedad. Utiliza productos más untuosos para áreas de piel más seca, como codos y rodillas.
- Pies: Masajea bien tus pies con crema hidratante, especialmente en las plantas y los dedos, para evitar la resequedad.
- Ropa: Opta por ropa de algodón en lugar de fibras sintéticas o lana, que pueden irritar la piel y empeorar la sequedad.
Consejos adicionales
- Mantén un ambiente humidificado: Usar un humidificador en casa puede ayudar a mantener la humedad en el aire y evitar que la piel se reseque.
- Evita duchas muy calientes: Aunque las duchas calientes son agradables en invierno, pueden resecar la piel. Opta por agua tibia y no permanezcas demasiado tiempo bajo el agua.
Con estos cuidados, puedes combatir la sequedad invernal y mantener tu piel luminosa y saludable, a pesar de las condiciones externas.