Conocido como el "día más triste del año", el Blue Monday se conmemora este 20 de enero de 2025, una fecha simbólica que combina pseudociencia, mercadotecnia y reflexión emocional. Desde su aparición hace dos décadas, este concepto ha generado debates sobre su validez y significado.
El "Blue Monday" ocurre cada tercer lunes de enero. Según National Geographic, su origen data de 2005, cuando la agencia de viajes Sky Travel, buscando estimular las reservas en enero, colaboró con el psicólogo Cliff Arnall. Este presentó una fórmula que, supuestamente, identificaba el tercer lunes de enero como el día más triste del año.
La fórmula incluía factores como el clima (C), deudas navideñas (D), falta de dinero (d), tiempo desde la Navidad (T), fracasos en los propósitos de Año Nuevo (I), motivaciones restantes (M) y necesidad de cambio (NA). Sin embargo, carece de respaldo científico y su principal objetivo era promocionar viajes a destinos soleados como remedio para la tristeza estacional.
¿Por qué enero parece un mes difícil?
Aunque su base científica es cuestionable, el Blue Monday refleja situaciones comunes en esta época:
- Cuesta de enero: los gastos excesivos de las fiestas generan preocupaciones económicas.
- Clima invernal: días fríos y oscuros pueden influir negativamente en el estado de ánimo.
- Propósitos incumplidos: la pérdida de motivación en las metas de Año Nuevo genera frustración.
Estas condiciones contribuyen a una sensación general de desánimo, aunque no se limitan a un solo día.
Críticas y reflexiones sobre el Blue Monday
El concepto ha sido ampliamente criticado por la comunidad académica. Psicólogos señalan que no es posible establecer un día universal de tristeza, ya que las emociones son personales y contextuales. Incluso Cliff Arnall intentó desacreditar este mito en 2016 con la campaña #StopBlueMonday, aunque también formó parte de una estrategia publicitaria.
A pesar de las críticas, el Blue Monday sigue siendo popular, especialmente en redes sociales, donde se utiliza para reflexionar sobre la salud mental y promover mensajes de aliento.
Más allá de su falta de rigor científico, el Blue Monday puede ser una oportunidad para hablar sobre la importancia del bienestar emocional. Expertos en psicología, como los defensores de la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), proponen aceptar las emociones, incluidas la tristeza y el desánimo, como parte natural de la vida.
Desde esta perspectiva, el Blue Monday puede ser una invitación para practicar el autocuidado y la autocompasión. Actividades simples como caminar, meditar o conectarse con seres queridos pueden mejorar significativamente el ánimo.