A pesar de las recientes prohibiciones sobre el uso de vapeadores en México y otros países, su consumo sigue siendo elevado. Esta situación ha generado alarma entre los expertos en salud, quienes han visto aumentar la preocupación tras la difusión de casos que evidencian los daños causados por estos productos.
Un caso notable en redes sociales muestra a una joven que, tras dejar el uso de vapeadores, compartió su experiencia sobre los daños pulmonares que sufrió y las secuelas que persistieron más de seis meses después de haber dejado el vapeo. Aunque su recuperación fue positiva, los problemas de salud derivaron en complicaciones cardíacas, lo que la llevó a abandonar el consumo de cigarrillos y bebidas alcohólicas para mejorar su salud.
En países como España, la preocupación también es notable. Según la Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias, el 54.6% de los jóvenes de entre 14 y 18 años han probado cigarrillos electrónicos, y alrededor del 22% los usan diariamente. Paola Benedetti, neumóloga del Hospital Gregorio Marañón en Madrid, destaca que la accesibilidad y el atractivo para los jóvenes son preocupaciones importantes.
En México, el consumo de vapeadores es común, con máquinas expendedoras disponibles en plazas comerciales y zonas turísticas como Cancún, permitiendo el acceso a estos productos incluso a menores de edad. Las autoridades están trabajando para frenar este consumo. El 13 de agosto, la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó un dictamen para prohibir la venta de vapeadores y dispositivos similares. Esta iniciativa se presentará al pleno de San Lázaro en septiembre para su votación, lo que representaría un avance en la regulación y en la lucha contra los riesgos para la salud asociados con los vapeadores, un tema que ha suscitado controversias y protestas en el pasado.