Un vendaje eléctrico experimental podría ofrecer una nueva opción para combatir infecciones bacterianas sin necesidad de medicamentos, según un estudio reciente.
El estudio, publicado el 24 de octubre en la revista Device, reveló que una débil corriente eléctrica aplicada a través de un parche en la piel redujo casi 10 veces las cantidades de Staphylococcus epidermidis, una bacteria común en la piel humana.
"Esto abre nuevas posibilidades para tratamientos sin fármacos, especialmente en infecciones cutáneas y cicatrización de heridas, donde las bacterias resistentes a antibióticos son un gran desafío", indicó Bozhi Tian, profesor de química en la Universidad de Chicago.
La electricidad ya se usa para tratar varias condiciones, como los marcapasos que regulan el ritmo cardíaco y los implantes oculares que restauran parcialmente la visión. En esta investigación, los científicos buscaron controlar bacterias sin antibióticos, considerando que las bacterias resistentes a medicamentos representan una amenaza significativa para la salud mundial. Según datos de apoyo, en 2019 las infecciones resistentes pudieron haber contribuido a cerca de 1.3 millones de muertes en el mundo, una situación impulsada por el uso excesivo de antibióticos.
Los investigadores se enfocaron en S. epidermidis debido a que puede provocar infecciones graves al ingresar al cuerpo a través de heridas. Esta bacteria ha desarrollado tres cepas resistentes a todos los tipos de antibióticos.
"Como el staphylococcus forma parte del ecosistema microbiano natural de la piel, no queremos erradicarlo totalmente, ya que su ausencia podría causar otros problemas", explicó Gürol Süel, coautor principal y profesor de biología molecular en la Universidad de California en San Diego.
Los investigadores hallaron que las corrientes eléctricas débiles pueden afectar a S. epidermidis, pero solo en un ambiente ácido. La piel sana es ligeramente ácida, pero las heridas crónicas suelen ser neutras o básicas. "Las respuestas bacterianas a la electricidad aún no se han explorado a fondo, en parte porque no conocemos las condiciones precisas que las activan", señaló Saehyun Kim, investigador principal y estudiante de posgrado en la Universidad de Chicago.
En condiciones ácidas ideales, una corriente de 1.5 voltios (muy inferior al límite de 15 voltios considerado imperceptible) logró detener el 99% de las bacterias. Sin embargo, en un ambiente neutro, la electricidad no tuvo efecto.
Con estos hallazgos, los investigadores desarrollaron un parche llamado Terapia de Estimulación Antimicrobiana Localizada Bioelectrónica (BLAST), que incluye electrodos para la corriente y un gel que crea un ambiente ácido. Tras 18 horas de tratamiento, el parche BLAST redujo casi 10 veces los niveles de S. epidermidis en piel de cerdo y en un catéter contaminado.
Se requerirán estudios adicionales para garantizar la seguridad y eficacia del parche, aunque los científicos creen que podría derivar en un vendaje eléctrico eficaz para controlar infecciones sin recurrir a medicamentos.