Un reciente informe del gobierno de EE. UU. ha revelado que niveles elevados de fluoruro en el agua potable podrían afectar negativamente la inteligencia de los niños. Este informe, basado en un análisis de estudios previos, marca la primera vez que una agencia federal establece una conexión entre el consumo del doble de la cantidad recomendada de fluoruro y una disminución en el coeficiente intelectual de los niños.
El informe reconoce que desde 1945, la fluoración del agua ha sido una medida efectiva para reducir las caries dentales y mejorar la salud bucal en general. No obstante, señala que la exposición a fluoruro ha aumentado debido a múltiples fuentes, como el agua tratada, alimentos y bebidas, tés, pasta dental, hilo dental y enjuagues bucales. Esta exposición combinada podría superar los niveles seguros recomendados.
La evaluación sobre el impacto del fluoruro en la inteligencia infantil se basa en estudios epidemiológicos realizados fuera de EE. UU., en países como Canadá, China, India, Irán, Pakistán y México. En estos lugares, algunas mujeres embarazadas, bebés y niños han estado expuestos a concentraciones de fluoruro superiores a 1.5 mg/L de agua potable, mientras que la recomendación actual en EE. UU. es de 0.7 mg/L y la OMS establece un límite seguro de 1.5 mg/L.
Ashley Malin, investigadora de la Universidad de Florida, elogió el informe, destacando su importancia para comprender los riesgos asociados. Aunque el informe no cuantifica exactamente la pérdida de puntos en el coeficiente intelectual, algunos estudios revisados sugieren una disminución de entre 2 y 5 puntos en niños con mayor exposición al fluoruro.
El informe también indica que alrededor del 0.6% de la población de EE. UU. (aproximadamente 1.9 millones de personas) vive en áreas con niveles naturales de fluoruro superiores a 1.5 mg/L, planteando la necesidad de proteger a estos individuos.
La Asociación Dental Americana, defensora de la fluoración del agua, aún está revisando el informe. Los investigadores señalan que el fluoruro es un mineral natural en el agua y el suelo, siendo el agua potable la principal fuente en EE. UU.
En 2015, las autoridades redujeron la recomendación de niveles de fluoruro en el agua para evitar la fluorosis dental, que provocaba manchas en los dientes. Sin embargo, investigaciones más recientes sugieren un posible vínculo entre altos niveles de fluoruro y el desarrollo del cerebro, afectando áreas relacionadas con el aprendizaje, la memoria y la conducta. Desde 2016, el Programa Nacional de Toxicología ha estado revisando estos estudios para determinar si se necesitan nuevas restricciones sobre el fluoruro.
Rick Woychik, director del Programa Nacional de Toxicología, explicó que debido a la importancia del tema para la salud pública, era esencial asegurar la exactitud científica del informe.'