Las PFAS, conocidas como "sustancias químicas eternas", están presentes en el agua potable en todo el mundo, ya sea del grifo o embotellada, según un estudio reciente.
Los investigadores identificaron diez tipos específicos de PFAS en muestras de agua embotellada y de grifo de 15 países diferentes. Por ejemplo, los compuestos PFOA y PFOS se detectaron en más del 99% de las muestras de agua embotellada analizadas.
No obstante, el estudio reveló que hervir el agua o filtrarla con carbón activado puede reducir significativamente los niveles de PFAS, con disminuciones que oscilan entre el 50% y el 90%.
"Nuestros hallazgos subrayan la presencia generalizada de PFAS en el agua potable y la efectividad de métodos sencillos de tratamiento para reducir sus niveles", comentó Stuart Harrad, profesor de química ambiental en la Universidad de Birmingham. Según Harrad, una jarra con filtro o hervir el agua puede eliminar una parte sustancial de estas sustancias.
El estudio incluyó el análisis de 112 muestras de agua embotellada de tiendas físicas y en línea en el Reino Unido y China, abarcando 87 marcas con fuentes de agua de 15 países de Asia, Europa, América del Norte y Oceanía.
Se encontraron PFAS en el 63% de las aguas embotelladas, sin diferencias significativas entre los envases de vidrio o plástico, ni entre aguas con o sin gas.
Además, los investigadores analizaron 41 muestras de agua del grifo de Reino Unido y China, encontrando que el agua de grifo en China tenía concentraciones más altas de PFAS en comparación con la británica.
Las PFAS (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas) son productos químicos sintéticos que plantean preocupaciones ambientales y de salud. Se les denomina "químicos eternos" porque contienen enlaces de carbono y flúor, extremadamente difíciles de romper, lo que hace complicada su eliminación.
Estos compuestos, utilizados desde la década de 1940 en productos como espuma extintora, utensilios de cocina antiadherentes y envoltorios de alimentos, están vinculados a problemas de salud como una menor respuesta inmunitaria a las vacunas, problemas hepáticos, bajo peso al nacer y mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer.
Yi Zheng, decano asociado de ciencias ambientales en la Universidad de Ciencia y Tecnología del Sur, en China, destacó que una mayor conciencia sobre la presencia de PFAS tanto en el agua de grifo como embotellada puede llevar a decisiones más informadas por parte de los consumidores y al uso de métodos de purificación del agua.