¿Sientes que la música clásica te hace experimentar sensaciones sublimes? Un nuevo estudio ofrece una explicación científica para ello. Los investigadores descubrieron que la música puede elevar el estado de ánimo al fortalecer las conexiones entre las áreas del cerebro que procesan el sonido y las que están relacionadas con el placer.
¿Cómo ocurre esto? La música sincroniza las ondas cerebrales entre las regiones auditivas, que se encargan de procesar los sonidos, y el circuito de recompensas, que maneja la información emocional, según un estudio publicado el 9 de agosto en la revista Cell Reports.
El estudio se centró en un circuito cerebral que conecta dos áreas del prosencéfalo: el núcleo del lecho de la estría terminal (BNST) y el núcleo accumbens (NAc). Un grupo de 13 pacientes con depresión resistente al tratamiento tenía electrodos implantados en este circuito para estimulación cerebral profunda, explicaron los investigadores.
"El circuito BNST-NAc, a veces conocido como parte de la 'amígdala extendida', resalta la conexión íntima entre este circuito y la amígdala, una estructura clave en el procesamiento de la información emocional", indicó el Dr. Bomin Sun, director del Centro de Neurocirugía Funcional de la Universidad Jiao Tong de Shanghai.
Durante el estudio, los pacientes escucharon el tercer movimiento de la Séptima Sinfonía de Beethoven, conocido por su representación de alegría y emoción. Los escáneres de electrodos mostraron que la música aumentaba el flujo de ondas cerebrales a través de este circuito.
Además, se descubrió que modificar ligeramente la música podría intensificar la respuesta emocional de los pacientes. Por ejemplo, agregar ruido theta de baja frecuencia en la música aumentó el disfrute reportado, según los resultados. Los sonidos de frecuencia theta se relacionan con etapas ligeras del sueño y pueden inducir un efecto meditativo, según la Fundación del Sueño.
El equipo de investigación planea explorar más a fondo la interacción entre la música y las estructuras profundas del cerebro, e introducir otros estímulos sensoriales como imágenes visuales.
"Estamos trabajando con médicos, musicoterapeutas, informáticos e ingenieros para desarrollar una gama de productos de salud digital basados en la musicoterapia, como aplicaciones para teléfonos inteligentes y dispositivos portátiles", comentó Sun. "Estos productos integrarán recomendaciones musicales personalizadas, monitoreo y retroalimentación emocional en tiempo real, y experiencias multisensoriales en realidad virtual para ofrecer herramientas de autoayuda efectivas y convenientes para gestionar emociones y mejorar los síntomas en la vida diaria", añadió Sun