Un nuevo análisis de sangre podría ayudar a detectar daños hepáticos causados por el consumo excesivo de alcohol.
Este análisis mide los niveles de fosfatidiletanol (PEth), un subproducto del alcohol que el cuerpo produce durante su procesamiento. Según un estudio publicado en el American Journal of Gastroenterology, las concentraciones de PEth en sangre pueden reflejar con precisión la cantidad de alcohol consumido, lo que ofrece una forma más precisa de evaluar el daño hepático que solo preguntar a los pacientes sobre su consumo.
El consumo excesivo de alcohol es un problema generalizado, especialmente en Estados Unidos, donde se estima que alrededor del 24% de los adultos beben en exceso, y más del 6% son bebedores empedernidos. Durante la pandemia, estos números aumentaron. El análisis de PEth, que se ha comparado con autoinformes de consumo de alcohol, mostró una relación directa con la cantidad de daño hepático, mientras que los autoinformes no fueron tan precisos, ya que las personas tienden a minimizar o no recordar con exactitud su consumo.
Este estudio, que incluyó datos de más de 4,600 adultos de varios países, es el primero en comparar los niveles de PEth con los autoinformes en relación con el riesgo de cicatrización hepática. La cicatrización hepática, que puede ser ralentizada o incluso revertida al reducir el consumo de alcohol y seguir una dieta saludable, debe detectarse a tiempo para evitar que progrese a etapas más graves.
Los investigadores sugieren que las pruebas de PEth se incluyan en los análisis de sangre de rutina, junto con los exámenes para colesterol y azúcar en sangre, para ayudar a prevenir y gestionar enfermedades hepáticas, como la fibrosis hepática.