Todos los beneficios para la salud de casarse; evita estas enfermedades

El matrimonio ha sido visto tradicionalmente como un fundamento de estabilidad emocional y física en la vida adulta, pero sus beneficios no se limitan solo a los jóvenes. Investigaciones recientes indican que casarse en etapas avanzadas de la vida puede tener un impacto significativo en la salud, promoviendo una mayor longevidad, reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas y mejorando el bienestar mental.

Este hallazgo desafía la noción de que el matrimonio es exclusivo para los jóvenes, sugiriendo que buscar compañía en la vejez puede ser una de las decisiones más saludables que una persona puede tomar.

### Beneficios del matrimonio en la salud mental en la madurez

Uno de los principales beneficios del matrimonio en la tercera edad es la mejora en la salud mental. A medida que envejecemos, el riesgo de soledad se incrementa, lo que puede llevar a problemas como la depresión y la ansiedad. Las personas casadas, especialmente en la vejez, suelen sentirse más conectadas y menos aisladas, lo que se traduce en una mayor satisfacción emocional. El apoyo constante de un cónyuge fomenta una vida social activa, crucial para prevenir el aislamiento, un conocido factor de riesgo para diversos problemas de salud.

Investigaciones sugieren que el matrimonio crea un ambiente donde el bienestar emocional se fortalece mediante el afecto y el apoyo mutuo. La terapeuta Brooke Sprowl señala que el contacto físico y las muestras de cariño típicas en una relación matrimonial estimulan la liberación de hormonas como la oxitocina y la dopamina, esenciales para el bienestar y la reducción del estrés. Este tipo de apoyo emocional resulta fundamental para los mayores, quienes enfrentan retos como el retiro y la pérdida de seres queridos.

### Reducción de enfermedades crónicas y mayor longevidad

Los beneficios del matrimonio no se limitan a la salud mental; también hay una notable disminución en el riesgo de enfermedades crónicas entre aquellos que se casan más tarde en la vida. Estudios indican que los adultos mayores casados presentan menos probabilidades de padecer enfermedades del corazón, infartos o accidentes cerebrovasculares en comparación con los solteros. Además, el matrimonio se asocia con una menor inflamación en el cuerpo, un factor clave en la prevención de diversas enfermedades crónicas.

David Kao, cardiólogo del Hospital Universitario de Colorado, destaca que los adultos casados generalmente obtienen mejores resultados en tratamientos médicos gracias al apoyo constante de sus parejas. Suelen seguir más rigurosamente los regímenes médicos y mantener hábitos saludables. Tener a alguien que recuerde la medicación y motive a asistir a consultas médicas puede ser crucial para una recuperación efectiva.

Además, investigaciones muestran que las personas casadas tienden a vivir más que las solteras. La compañía de un cónyuge no solo ofrece apoyo emocional, sino que también mejora la calidad de vida y reduce el riesgo de mortalidad. El profesor Peter Martin, de la Universidad Estatal de Iowa, menciona que las parejas mayores casadas pueden mantener un estilo de vida más activo y saludable, contribuyendo así a su longevidad.

### Casarse después de los 60: más que beneficios físicos

El matrimonio en la madurez no solo brinda ventajas físicas, sino también la oportunidad de disfrutar de la vida con alguien que comparta intereses y valores. A diferencia de los matrimonios en la juventud, que pueden estar marcados por la crianza de los hijos y las presiones laborales, los matrimonios en la vejez suelen ser más tranquilos y centrados en la convivencia. Esta etapa ofrece la oportunidad de construir una relación basada en el entendimiento y el apoyo emocional, lo cual impacta positivamente en la salud general.

Una relación amorosa y saludable en la vejez puede servir como un antídoto contra el estrés crónico. Estudios indican que las personas en matrimonios felices presentan niveles más bajos de cortisol, la hormona del estrés, lo que a su vez disminuye la presión arterial y reduce el riesgo de enfermedades relacionadas con el estrés, como la hipertensión y la diabetes. Así, una relación sólida y afectuosa no solo mejora la calidad de vida, sino que también protege contra enfermedades graves.