Las apuestas en línea, particularmente aquellas en las que se pone en juego dinero y su resultado depende del azar en lugar de la habilidad del jugador, son una práctica muy común entre los adolescentes. En este contexto, se presentan adicciones conductuales a los juegos de azar y apuestas en línea, que suelen estar ocultas y subestimadas.
La Dra. Silvina Pedrouzo, pediatra argentina especializada en desarrollo infantil y en el uso de la tecnología en niños y adolescentes, advirtió que "aunque comparten características con el abuso de sustancias, las adicciones comportamentales no son tan aceptadas socialmente como problemas".
Montse Bartroli, experta en Salud Pública y jefa del Departamento de Prevención y Atención a Drogodependencias de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB), enfatizó que este es un problema de salud pública que genera preocupación, ya que podría aumentar en el futuro. Recientemente, Bartroli publicó un estudio sobre el juego entre adolescentes.
La Dra. Pedrouzo, quien preside la Subcomisión de Tecnología de la Información y la Comunicación de la Sociedad Argentina de Pediatría, señaló que esta problemática comenzó a recibir atención significativa tras la pandemia, cuando las consecuencias del uso inadecuado de la tecnología y los juegos en línea empezaron a hacerse evidentes en consultorios médicos y escuelas. "Fue una explosión", afirmó.
Los adolescentes no solo juegan, también apuestan.
En Barcelona, el juego por dinero es una práctica común entre los adolescentes de 13 a 19 años; un 18.6 % de los chicos y un 6.1 % de las chicas están involucrados. Aunque en general el 6.2 % de los varones y el 1 % de las mujeres presentan comportamientos de riesgo, este fenómeno se observa en un 33.2 % de los chicos y un 16.5 % de las chicas que apuestan. Esto significa que casi uno de cada tres chicos en Barcelona que juega enfrenta el riesgo de desarrollar un juego problemático, siendo este riesgo mayor para los jugadores en línea (37.6 %) en comparación con quienes apuestan fuera de línea (22.6 %). Entre las chicas, no se encontraron diferencias significativas entre las modalidades.
Estos datos provienen de un estudio transversal basado en una selección de preguntas de la Encuesta de Factores de Riesgo en Estudiantes de Educación Secundaria (FRESC) 2021. Esta encuesta, autoadministrada y anónima, realizada por la Agencia de Salud Pública de Barcelona, no se centra exclusivamente en el juego, sino que abarca la salud y los factores de riesgo, y es representativa de los centros educativos con una muestra de 3,332 adolescentes.