A partir de septiembre, en Clemmons, Carolina del Norte, Estados Unidos, si se llama al 911 para reportar un paro cardíaco, un dron equipado con un desfibrilador externo automático (DEA) podría ser el primer respondedor en llegar al lugar. Según Daniel Crews, portavoz de la oficina del sheriff del condado de Forsyth, el objetivo es que el dron llegue varios minutos antes que los socorristas tradicionales, como los técnicos en emergencias médicas o las ambulancias.
Este proyecto es una colaboración entre la oficina del sheriff, los servicios de emergencia locales, el Instituto de Investigación Clínica de la Universidad de Duke y Hovecon, una empresa especializada en drones. Crews explica que el propósito principal es reducir las muertes y mejorar las posibilidades de supervivencia en casos de paro cardíaco.
En Estados Unidos, más de 356,000 personas sufren un paro cardíaco fuera de los hospitales cada año, según la American Heart Association (AHA). La mayoría de estos incidentes ocurren en el hogar, y alrededor del 90% de las personas mueren debido a la falta de intervención rápida, ya sea por parte de servicios médicos de emergencia o por transeúntes. Cada minuto sin atención médica reduce la probabilidad de supervivencia en un 10%.
La Dra. Monique Anderson Starks, cardióloga y profesora asociada en Medicina en la Universidad de Duke, lidera estudios piloto en los condados de Forsyth y James City, en Virginia, para evaluar si la entrega de desfibriladores mediante drones puede mejorar los tiempos de respuesta. Este proyecto está financiado por una subvención de cuatro años de la AHA.
Según un estudio de 2017, el tiempo promedio de respuesta de los servicios médicos de emergencia tras una llamada al 911 es de siete minutos, aunque este tiempo puede variar significativamente, especialmente en áreas rurales. Starks cree que el uso de drones para entregar desfibriladores podría reducir el tiempo de intervención en aproximadamente cuatro minutos en comparación con los tiempos de respuesta actuales de los primeros socorristas.
Es importante distinguir entre un paro cardíaco y un ataque cardíaco: el primero ocurre cuando el corazón deja de latir, generalmente debido a una arritmia o problema eléctrico, mientras que el segundo se produce por una obstrucción en el flujo sanguíneo al corazón. Hasta un 80% de los paros cardíacos comienzan como ataques cardíacos, y la única forma de reiniciar el corazón es mediante resucitación cardiopulmonar (RCP) y el uso de un desfibrilador.