A 75 años de las primeras presentaciones sobre los efectos "sensacionales" de la cortisona en el tratamiento de la artritis reumatoide, los glucocorticoides siguen siendo sumamente relevantes y se utilizan de manera extensa para manejar esta y otras enfermedades inflamatorias inmunomediadas.
El Dr. Josef Smolen, quien habló durante el Congreso Anual de la European Alliance of Associations for Rheumatology (EULAR) en 2024, destacó que, a pesar de ser un tratamiento farmacológico muy antiguo, los glucocorticoides aún son indispensables y no han sido reemplazados.
El Dr. Smolen, reumatólogo e inmunólogo y profesor emérito de la Medical University of Vienna en Austria, explicó que, en dosis bajas, los glucocorticoides son altamente efectivos como agentes antiinflamatorios y antidestructivos para la artritis reumatoide y muchas otras enfermedades. Sin embargo, incluso después de tantos años, los mecanismos que explican la eficacia frente a la toxicidad aún no están completamente claros. Esta separación podría ofrecer más información sobre futuras opciones de tratamiento.
Durante el congreso, que celebró el 75 aniversario del uso de glucocorticoides, se subrayó la continua búsqueda para optimizar su manejo mientras se desarrollan mejores alternativas. La investigación muestra opiniones variadas sobre la toxicidad, la dosis y la viabilidad de opciones de dosis baja a largo plazo. Aunque se están investigando terapias alternativas, estas aún están en etapas iniciales de desarrollo.
El Dr. Frank Buttgereit, profesor de reumatología en Charité–Universitätsmedizin Berlin, advirtió que, aunque los glucocorticoides se utilizan crónicamente en muchos pacientes, siempre se debe intentar suspender su uso cuando sea posible. Hasta el 60% de los pacientes en registros utilizan glucocorticoides, y muchos con artritis reumatoide, tanto temprana como establecida, participan en ensayos controlados aleatorizados sobre su uso como terapia de mantenimiento.
El uso generalizado de glucocorticoides también se debe a la prescripción excesiva por parte de médicos no especializados en reumatología, quienes pueden no tener acceso a los nuevos productos biológicos o fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad. El Dr. Giovanni Adami, reumatólogo de la Universidad de Verona en Italia, indicó que se observa un uso crónico prolongado de glucocorticoides, a veces durante décadas.