Un estudio reciente sugiere que tanto la medicación como la terapia conductual son eficaces para reducir la fatiga en personas con esclerosis múltiple (EM), ya sea aplicándose de manera individual o combinada.
Los investigadores reportaron que los pacientes con EM experimentaron una notable disminución de la fatiga tras recibir modafinilo (Provigil), un fármaco que ayuda a mantenerse despierto y que se emplea contra la somnolencia, según lo publicado en The Lancet Neurology. Los pacientes también manifestaron menor fatiga al someterse a terapia cognitivo-conductual (TCC), que les ayuda a identificar los factores que agravan o alivian sus síntomas de fatiga.
Se observó que la combinación de ambos tratamientos, fármacos y terapia, proporcionó resultados similares a cualquiera de ellos por separado. Sin embargo, los hábitos de sueño de cada paciente influyeron en la eficacia de uno u otro tratamiento, descubrieron los investigadores.
"La investigación ofrece nueva evidencia que muestra que tanto la TCC como el modafinilo son igualmente efectivos para la fatiga en la EM, lo que puede guiar los enfoques de tratamiento para uno de los síntomas más difíciles de manejar en estas personas", explicó la Dra. Tiffany Braley, directora de la División de Esclerosis Múltiple y Neuroinmunología de la Universidad de Michigan Health.
Cerca del 90% de los casi 3 millones de personas con EM en el mundo padecen fatiga, siendo este el síntoma más debilitante para casi la mitad de ellos. Para este estudio, se asignaron aleatoriamente 340 pacientes a recibir TCC, modafinilo, o ambos.
Más del 60% de los participantes en cada grupo mostró una mejora significativa en la fatiga. "Estos tratamientos, tanto de forma individual como combinada, deben considerarse opciones para las personas con EM y fatiga crónica", añadió Anna Kratz, profesora de medicina física y rehabilitación de la Universidad de Michigan.
El estudio también destaca el valor potencial de la TCC. "A pesar de que muchas personas con EM tienen un acceso limitado a la atención conductual, como la TCC, ofrecerla a través de telemedicina puede hacerla más accesible", afirmó Kratz en un comunicado de la universidad. "Nuestro estudio demuestra que la TCC enseña habilidades de manejo de la fatiga que pueden usarse a largo plazo, con efectos beneficiosos que perduran más allá del tratamiento", agregó.
El estudio reveló que las personas con malos hábitos de sueño tendían a beneficiarse más de la TCC, mientras que aquellos con buena higiene del sueño respondían mejor al modafinilo.
“El uso de medicamentos para mantenerse despierto, como el modafinilo, podría perjudicar la calidad del sueño en pacientes con problemas de sueño de origen conductual", indicó Braley. "Dado que los trastornos del sueño también influyen en la fatiga en personas con EM, es fundamental elegir tratamientos que no empeoren el sueño. La TCC, que incluye educación sobre el sueño, podría ser preferible para aquellos con malos hábitos de sueño", concluyó.