Un estudio reciente sugiere que prohibir los cigarrillos mentolados podría ser una estrategia eficaz para incentivar a los fumadores a dejar el hábito.
Según los investigadores, las personas que prefieren los cigarrillos mentolados tienden a elegir productos como chicles de nicotina u otras terapias de reemplazo de nicotina en lugar de cambiar a cigarrillos tradicionales. Además, los fumadores de cigarrillos mentolados son menos propensos a recurrir a los cigarrillos electrónicos si también se restringen los productos de vapeo mentolados.
"La principal conclusión de este estudio es que se pueden mejorar los resultados de salud al promover políticas que reduzcan la venta de productos con sabores y aumenten el acceso a terapias de reemplazo de nicotina", explicó Roberta Freitas-Lemos, profesora asistente en el Instituto de Investigación Biomédica Fralin de Virginia Tech.
Se estima que más de 9 millones de adultos en los EE. UU. (alrededor del 32% de los fumadores) usan cigarrillos mentolados, cuyo sabor reduce la aspereza del humo y suaviza la garganta. La Administración Biden ha sido criticada por retrasar una propuesta de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para prohibir los cigarrillos mentolados. Aunque la FDA sigue trabajando en la normativa, el director del Centro de Productos de Tabaco de la FDA, Brian King, destacó en una audiencia ante el Congreso que la propuesta sigue siendo una prioridad.
En el estudio, se analizaron los hábitos de 172 fumadores, de los cuales 76 consumían exclusivamente cigarrillos mentolados y 96 optaban por cigarrillos no mentolados. También se observó a 91 personas que usaban varios productos de tabaco. Se les pidió que compraran productos a través de una plataforma en línea, que incluía opciones de terapias de reemplazo de nicotina.
Los resultados mostraron que, cuando los cigarrillos mentolados no estaban disponibles, los fumadores de este tipo de cigarrillos mostraron menos interés en los cigarrillos convencionales y optaron por productos de reemplazo de nicotina. Además, hubo una mayor demanda de cigarrillos de alta ventilación, que tienen orificios de filtro que suavizan el humo.
"Los cigarrillos con ventilación parecen más suaves y las personas los perciben como menos dañinos, pero esta es una falsa percepción", señaló Freitas-Lemos. Los investigadores concluyeron que las prohibiciones de estos productos podrían alentar a los fumadores a abandonar el tabaco.