El ronquido en los niños es una preocupación frecuente entre los padres, especialmente cuando se vuelve recurrente. A diferencia de los adultos, cuyo ronquido suele ser causado por la pérdida de tono muscular, en los niños el problema está generalmente relacionado con el aumento del tamaño de las estructuras linfáticas en la zona nasofaríngea, como las adenoides y las amígdalas.
Hipertrofia adenoidea: un culpable silencioso
Las adenoides, también conocidas como “vegetaciones”, son tejidos linfáticos situados en la parte posterior de la nariz, cuyo objetivo es proteger al cuerpo de infecciones respiratorias. Sin embargo, cuando crecen de forma exagerada debido a infecciones recurrentes o factores genéticos, pueden causar problemas como:
- Ronquidos nocturnos.
- Dificultad para respirar por la nariz.
- Deformaciones, como el "paladar ojival".
Amígdalas: cuando su tamaño afecta el sueño
Las amígdalas, ubicadas en la entrada de la garganta, también pueden hipertrofiarse debido a infecciones repetidas. Esto provoca síntomas como:
- Cambios en la voz.
- Dificultad para tragar.
- Ronquidos persistentes.
- En casos graves, pueden obstruir la respiración durante el sueño.
El vínculo con la apnea del sueño
El ronquido en los niños puede estar relacionado con un trastorno más grave conocido como apnea obstructiva del sueño. Este problema se caracteriza por pausas respiratorias que interrumpen el descanso, lo que lleva a síntomas como:
- Sueño no reparador.
- Sudoración nocturna.
- Posturas inusuales al dormir.
- Cansancio extremo durante el día.
Esto afecta la concentración y el rendimiento escolar de los niños.
Otras causas del ronquido infantil
Además de las adenoides y amígdalas agrandadas, existen otros factores que pueden contribuir al ronquido, como:
- Infecciones agudas.
- Alergias.
- Desviación del tabique nasal.
- Dormir boca arriba.
- Un ambiente seco o con temperaturas inadecuadas.
¿Qué pueden hacer los padres?
- Consulta médica: Es crucial acudir al pediatra o a un especialista en otorrinolaringología para evaluar la causa del ronquido.
- Cuidado del ambiente: Mantén una temperatura y humedad adecuadas en el dormitorio para evitar irritaciones en las vías respiratorias.
- Evitar infecciones recurrentes: Refuerza los hábitos de higiene y asegúrate de que el niño siga una dieta balanceada para fortalecer su sistema inmunológico.
- Atención temprana: Aunque el crecimiento del tejido linfático tiende a disminuir después de los siete años, los ronquidos persistentes no deben ignorarse, ya que pueden afectar tanto el desarrollo físico como cognitivo del niño.
Una señal importante
El ronquido infantil no debe considerarse normal ni inofensivo. Identificar y tratar sus causas a tiempo es fundamental para mejorar la calidad de vida del niño. Si tu hijo ronca con frecuencia, es importante buscar ayuda médica para asegurar un sueño reparador y saludable.