Un estudio reciente sugiere que las amistades formadas durante los tumultuosos años de la adolescencia son fundamentales para la felicidad en la vida adulta. Los investigadores descubrieron que ser aceptado por los compañeros en la adolescencia temprana y desarrollar relaciones cercanas en la adolescencia tardía predice qué tan bien ajustada estará una persona en la adultez.
David Szwedo, profesor asociado de psicología clínica y escolar en la Universidad James Madison, señaló que las amistades en la adolescencia brindan a los jóvenes una de sus primeras experiencias en relaciones íntimas consensuadas. Añadió que, debido a la naturaleza fluctuante de las amistades, los adolescentes aprenden habilidades para mantener y fortalecer estos lazos, lo que les ayuda en futuras relaciones y amistades.
El estudio involucró entrevistas a 184 adolescentes estadounidenses de entre 13 y 18 años para evaluar la calidad de sus amistades y su aceptación social. Años después, entre los 28 y 30 años, los investigadores volvieron a contactarlos para conocer su estado de salud, carrera y vida personal.
Los adultos que se sentían queridos por sus compañeros en la adolescencia mostraron menores niveles de ansiedad y agresión, mejor salud física, más conexiones sociales y mayor satisfacción en sus vidas profesionales y románticas.
El estudio también reveló que diferentes tipos de amistades benefician a los adolescentes en distintas etapas. Los adolescentes jóvenes que eran más aceptados socialmente tenían un mayor bienestar en la adultez, mientras que los adolescentes mayores se beneficiaban más de tener amistades cercanas con unos pocos amigos.
Curiosamente, los adolescentes mayores no parecían verse afectados negativamente por la falta de una alta aceptación social, que es más importante para los adolescentes jóvenes.
Emily Shah, la investigadora principal y estudiante doctoral en la Universidad de Arkansas, explicó que la percepción de ser aceptado socialmente en la adolescencia temprana es clave para predecir el bienestar en la adultez, mientras que en la adolescencia tardía, la calidad de las amistades íntimas es más influyente.
Shah subrayó que los adolescentes que luchan por ser aceptados no están condenados a una vida adulta infeliz, alentando a los jóvenes a saber que no están solos. También pidió a los adultos que interactúan con adolescentes que tengan empatía y compasión por las dificultades que enfrentan.
El estudio fue publicado en la revista Frontiers in Developmental Psychology.