La Franja de Gaza, ya devastada por intensos bombardeos y una crisis humanitaria de gran magnitud, enfrenta ahora una nueva y alarmante amenaza: el virus de la poliomielitis. Este patógeno altamente contagioso, detectado recientemente en muestras de aguas residuales, ha generado gran preocupación entre las autoridades sanitarias y la población.
Desde el inicio de los bombardeos el 7 de octubre, la situación en Gaza se ha deteriorado rápidamente. Miles de palestinos han sido desplazados de sus hogares, buscando refugio en campamentos y áreas ya deficientes en condiciones sanitarias adecuadas.
La presencia del virus de la polio ha agravado esta precariedad, ya que puede causar parálisis irreversible y afecta principalmente a niños menores de cinco años.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha expresado su profunda preocupación ante este hallazgo. Aunque hasta ahora no se han reportado casos de polio en humanos, el riesgo es extremadamente alto.
“El descubrimiento es extremadamente preocupante”, afirmó el portavoz de la OMS, Christian Lindmeier. La polio, que actualmente solo es endémica en Pakistán y Afganistán, podría encontrar en Gaza un terreno fértil para su propagación debido a las condiciones de hacinamiento y la falta de acceso a servicios de salud básicos.
En respuesta a esta nueva amenaza, el ejército israelí ha iniciado una campaña de vacunación contra la polio entre sus soldados y está trabajando para llevar vacunas a la población palestina. Sin embargo, la logística de implementar una campaña de vacunación en una zona de conflicto activo presenta enormes desafíos.