Algunos hombres podrían tener espermatozoides con daños en su ADN, lo que aumentaría el riesgo de complicaciones durante el embarazo y problemas de salud en los recién nacidos, según un estudio reciente.
Los defectos en el ADN de los espermatozoides pueden duplicar el riesgo de preeclampsia, una complicación grave que provoca hipertensión durante el embarazo. Además, este daño también incrementa el riesgo de parto prematuro, señalaron los investigadores.
La investigadora Amelie Stenqvist, profesora de la Universidad de Lund en Suecia, comentó que el próximo paso es identificar qué hombres responden mejor a los tratamientos para prevenir este tipo de daño en el ADN de los espermatozoides y probar estos métodos para evitar complicaciones en el embarazo.
Según los datos, entre un 20% y 30% de los bebés nacidos a través de la fertilización in vitro (FIV) tienen padres con espermatozoides que presentan daño en el ADN. Los médicos pueden detectar este daño mediante pruebas de fragmentación del ADN en los espermatozoides, que se miden con un índice llamado DFI (Índice de Fragmentación del ADN). Un porcentaje superior al 30% en el DFI indica una probabilidad casi nula de concepción natural.
Aunque se sabe poco sobre cómo afecta este daño al bienestar de la madre o del bebé tras una FIV, los investigadores observaron que la mitad del ADN de la placenta proviene del padre, lo que podría influir en el desarrollo y función de la misma, y por lo tanto, aumentar el riesgo de preeclampsia.
El estudio, que analizó datos de casi 850 parejas que se sometieron a FIV, encontró que un DFI superior al 20% duplicó el riesgo de preeclampsia al 11%, comparado con el 5% en casos donde el DFI fue inferior al 20%.
El profesor Aleksander Giwercman, otro de los investigadores de la Universidad de Lund, subrayó que, aunque las pruebas de DFI solo se realizan en algunas clínicas de fertilidad en Suecia, debería considerarse su uso generalizado, ya que podría ayudar a las parejas a entender por qué no logran embarazarse y permitiría identificar embarazos de alto riesgo.
Los daños en el ADN de los espermatozoides pueden ser tratables, y factores como el estrés oxidativo, la edad, el tabaquismo, la obesidad y las infecciones son las principales causas. Los resultados de este estudio fueron publicados en la revista Fertility and Sterility.