Durante esta temporada de verano, México está experimentando un nuevo brote de COVID-19, aunque con una intensidad considerablemente menor en comparación con años anteriores.
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Ruy López Ridaura, indicó que el país está en el punto máximo de contagios, y se espera que las cifras comiencen a descender hacia finales de agosto, siguiendo un patrón estacional observado en veranos pasados.
A diferencia de los picos invernales, que suelen ser más intensos y prolongados, los brotes de verano tienden a ser menos graves. Este año no ha sido la excepción. López Ridaura mencionó que, en comparación con el verano de 2023, el brote actual es notablemente menos severo, situándose alrededor de la mitad del nivel de contagios registrado el año pasado.
"Todos los veranos hemos tenido un pico mucho menos pronunciado que el de invierno", afirmó el subsecretario. "Este año, el pico es aproximadamente la mitad de lo que vimos el año pasado en términos de tiempos y comparaciones semanales". Esta tendencia refleja una disminución en la severidad de los brotes de COVID-19, probablemente debido a la inmunidad adquirida por la población a través de infecciones previas y la vacunación.
Previsión de disminución a finales de agosto
López Ridaura señaló que el brote actual es de corta duración y que se espera que empiece a reducirse hacia finales de agosto. En este momento, México se encuentra en lo que se denomina una "meseta" del brote, un período en el que los contagios se estabilizan antes de comenzar a disminuir. Este patrón ha sido recurrente en brotes de verano anteriores, lo que respalda las previsiones optimistas de las autoridades de salud.
De cara al próximo invierno, López Ridaura anunció que la campaña de vacunación contra COVID-19 se llevará a cabo simultáneamente con la vacunación contra la influenza, tal como se hizo el año pasado. Esta estrategia busca reforzar la protección de la población, especialmente los grupos más vulnerables, antes de que comience la temporada invernal, que podría traer un aumento en la circulación de virus respiratorios.
El subsecretario también hizo un llamado a mantener las medidas de precaución, a pesar de la menor intensidad del brote. "Es importante reconocer que sigue existiendo un brote de COVID", enfatizó López Ridaura, destacando la necesidad de que las personas con síntomas se aíslen y usen mascarillas para prevenir la propagación del virus. Además, recomendó evitar lugares concurridos y asegurar una buena ventilación en los espacios cerrados.