Un estudio reciente revela que muchas mujeres hispanas enfrentan mensajes contradictorios sobre su imagen corporal durante las fiestas, lo que genera confusión y estrés.
Según los investigadores, en las reuniones sociales, las mujeres a menudo reciben tanto comentarios que fomentan comer más como advertencias contra el exceso de comida. Un ejemplo citado por una participante del estudio refleja esta contradicción: "Vas a ver a tu abuela y te dice que comas más, que estás muy flaca, pero luego, cuando alguien te dice que no comas mucho y buscas un segundo plato, te dicen: 'Oh, vaya, estás comiendo mucho'".
El estudio entrevistó a 19 mujeres hispanas sobre sus experiencias con la imagen corporal y los estereotipos culturales, destacando que las mujeres hispanas tienen altas tasas de insatisfacción corporal, lo que puede aumentar su riesgo de trastornos alimentarios. La investigadora principal, Sarah Johnson-Munguía, comentó que las mujeres hispanas han sido históricamente subrepresentadas en estudios sobre trastornos alimentarios, lo que subraya la importancia de investigar cómo se relacionan con su imagen corporal y qué adaptaciones culturales podrían ser necesarias.
Además de los desafíos, el estudio también identificó aspectos positivos en la relación de las mujeres hispanas con su cuerpo. Por ejemplo, muchas participantes se sentían orgullosas de su herencia cultural, especialmente al relacionar su identidad con actividades como el baile, que se asocia con una imagen corporal más positiva y funcional, más que estética.
El estudio sugiere que los programas que se centran en la funcionalidad corporal (en lugar de la apariencia) son efectivos para mejorar la imagen corporal, como pensar en lo que el cuerpo puede hacer, como abrazar a las personas que se aman. Sin embargo, los investigadores enfatizan que estos programas deben ser adaptados culturalmente para ser más efectivos, ya que la representación cultural es clave para la participación y el impacto positivo.