Una nueva guía, elaborada por organizaciones que representan a cirujanos, anestesiólogos y gastroenterólogos en EE. UU., indica que la mayoría de las personas que utilizan medicamentos populares para perder peso del tipo GLP-1 pueden continuar tomándolos en las semanas previas a una cirugía.
El uso de estos fármacos, que incluyen semaglutida (Ozempic y Wegovy), tirzepatida (Mounjaro y Zepbound), liraglutida (Saxenda) y dulaglutida (Trulicity), había suscitado preocupaciones debido a que pueden retardar el vaciado gástrico. Se temía que esta desaceleración aumentara el riesgo de regurgitación y aspiración de alimentos durante la anestesia general, lo que podría provocar neumonía por aspiración.
No obstante, los grupos médicos implicados en esta nueva declaración consideran que el riesgo de suspender un medicamento GLP-1, como el aumento en los niveles de azúcar en la sangre para quienes padecen diabetes, debe ser equilibrado con los posibles peligros de continuar su uso.
Los expertos concluyeron que el uso de estos medicamentos puede justificarse hasta el momento de una cirugía programada. Las organizaciones que respaldan la guía incluyen la Sociedad Americana de Anestesiólogos, la Asociación Americana de Gastroenterología, la Sociedad Americana de Cirugía Metabólica y Bariátrica, entre otras.
Sin embargo, los especialistas advierten que esta guía no es aplicable a todos por igual y sugieren que los pacientes consulten con su equipo de atención médica para decidir si es necesario hacer ajustes en la medicación o si la cirugía debe posponerse.
La guía también menciona que el riesgo de regurgitación se puede reducir si los pacientes siguen una dieta líquida durante 24 horas antes de la cirugía, especialmente aquellos que toman dosis más altas de GLP-1. Además, los anestesiólogos pueden ajustar los planes de anestesia y utilizar ecografías para evaluar el contenido estomacal en pacientes con mayor riesgo.
En raras ocasiones, puede ser recomendable retrasar la cirugía hasta que disminuyan los riesgos de aspiración. Para los pacientes considerados de bajo riesgo, continuar con el medicamento GLP-1 es aceptable.
El Dr. Donald Arnold, presidente de la Sociedad Americana de Anestesiólogos, subraya que es esencial evaluar todos los factores para garantizar una atención segura. En muchos casos, los pacientes deben seguir con su tratamiento antes de procedimientos programados, teniendo en cuenta que el riesgo de retraso en el vaciado del estómago es mayor en las primeras semanas de inicio del medicamento. Por ello, se recomienda posponer cirugías hasta que hayan transcurrido de cuatro a ocho semanas de uso del GLP-1.
Finalmente, los pacientes que experimenten efectos secundarios gastrointestinales deben esperar a que estos desaparezcan antes de someterse a una cirugía, y aquellos con condiciones como la enfermedad de Parkinson, que ya presentan un vaciado gástrico lento, podrían necesitar una consideración especial en su manejo quirúrgico si también utilizan medicamentos GLP-1.