La semaglutida, un medicamento de Novo Nordisk que se comercializa como Ozempic y Wegovy, tiene grandes probabilidades de convertirse en el medicamento más vendido del mundo el próximo año, abriendo un mercado potencial que podría alcanzar los 130 mil millones de dólares en 2030.
Este fármaco ha logrado una penetración cultural similar a la de Viagra en su momento. Sin embargo, Novo Nordisk deberá demostrar que tiene una opción aún más eficaz antes de diciembre para mantener su liderazgo en el tratamiento de la obesidad.
Eli Lilly, su principal competidor, ha lanzado el fármaco Mounjaro (Zepbound), que ha mostrado una mayor eficacia en la pérdida de peso que Wegovy. Además, otras compañías están desarrollando medicamentos que podrían ser más efectivos o más fáciles de consumir, como pastillas en lugar de inyecciones. En China, donde la patente de semaglutida expirará en 2026, ya se están preparando versiones genéricas.
Novo se está centrando en un compuesto llamado cagrilintida, que, al combinarse con la semaglutida, forma una nueva terapia denominada CagriSema. Este tratamiento podría permitir a los pacientes perder hasta el 25% de su peso corporal, convirtiéndose en el más eficaz en términos de pérdida de peso. Además, se espera que esta combinación ayude a reducir el efecto "yo-yo", en el que los pacientes recuperan el peso perdido una vez suspendido el tratamiento.
Sin embargo, a pesar de las expectativas, los resultados preliminares han causado inquietud entre los inversores, ya que las acciones de Novo han caído un 25% desde junio, principalmente debido a un número de prescripciones de Wegovy menor al esperado y la incertidumbre sobre el impacto de los próximos resultados de CagriSema.
A medida que el mercado de medicamentos para bajar de peso crece, la competencia se intensifica con nuevos tratamientos que imitan varias hormonas intestinales. CagriSema, que apunta a una hormona llamada amilina, es el primero de una serie de medicamentos basados en esta hormona, considerada prometedora para reducir el hambre de manera más suave que los fármacos tradicionales. Si este medicamento cumple sus expectativas, podría ser una opción más efectiva y menos propensa a causar efectos secundarios como las náuseas.
No obstante, la fabricación de CagriSema presenta desafíos, ya que requiere una tecnología innovadora de doble cámara para su inyección, lo que podría retrasar su producción. Además, la compañía debe enfrentar la creciente competencia y las dificultades en la producción de sus medicamentos actuales. A pesar de estos obstáculos, Novo sigue buscando formas de mantenerse a la vanguardia, con la esperanza de que CagriSema sea un éxito.
Si CagriSema no cumple con sus objetivos, Novo tiene otras opciones en desarrollo, incluyendo una pastilla que combina GLP-1 y amilina, lo que podría generar más oportunidades en el mercado de la obesidad.