La conexión entre el cerebro y las extremidades es una maravilla biológica. Las órdenes y sensaciones se transmiten a través de un sistema de vías biológicas llamado nervios periféricos, que enlazan el cerebro y la médula espinal con el resto del cuerpo.
Estos nervios son fundamentales para cada movimiento que hacemos y para percibir el entorno. Sin embargo, cuando estos nervios sufren daños, puede surgir una afección silenciosa y peligrosa: la neuropatía periférica.
La neuropatía periférica es un trastorno causado por el daño a los nervios periféricos y puede ser consecuencia de diversas condiciones, siendo la diabetes una de las más comunes. Aproximadamente el 50% de las personas con diabetes experimentan algún grado de neuropatía periférica, lo que convierte a este grupo en un grupo de riesgo significativo.
La enfermedad puede manifestarse con síntomas sutiles que a menudo pasan desapercibidos, pero sus consecuencias pueden ser devastadoras si no se detectan a tiempo.
Síntomas y consecuencias
Los síntomas más frecuentes incluyen entumecimiento, hormigueo, calambres y debilidad en manos y pies. Estos signos suelen ser tan leves al inicio que muchos pacientes los ignoran, lo que retrasa su diagnóstico. La doctora Briseida Martínez, Gerente Médica de P&G Health, señala que "un diagnóstico temprano del daño en los nervios periféricos es esencial para prevenir complicaciones graves y síntomas crónicos". La detección oportuna y la intervención médica rápida pueden ser cruciales para frenar la progresión de la enfermedad.
Si no se tratan adecuadamente los síntomas iniciales de la neuropatía periférica, las consecuencias pueden ser graves. Una de las complicaciones más frecuentes es la aparición de úlceras en los pies, que ocurre debido a la reducción de la sensibilidad en las extremidades, haciendo que pequeñas lesiones o heridas pasen desapercibidas y se infecten. En casos severos, estas infecciones pueden llevar a la necesidad de amputar la extremidad afectada.
La doctora Martínez advierte que si los pacientes buscan atención médica de manera oportuna, se pueden implementar tratamientos preventivos para evitar complicaciones más serias. "Con una adecuada suplementación y controles médicos regulares, es posible retrasar la aparición de los síntomas y prevenir amputaciones", afirma la especialista.
Prevención y cuidados
La prevención es la mejor estrategia contra la neuropatía periférica. Mantener un control riguroso de la diabetes es crucial, ya que los niveles elevados de glucosa en sangre pueden dañar los nervios con el tiempo. También es esencial realizar chequeos regulares con un profesional de la salud, quien puede detectar los primeros signos de daño nervioso antes de que los síntomas empeoren.
Las personas que ya experimentan síntomas como entumecimiento o calambres deben acudir de inmediato a un especialista. Ignorar estos signos puede dar lugar a complicaciones severas, como úlceras o amputaciones. La doctora Martínez enfatiza que cualquier cambio en la función nerviosa debe ser motivo para consultar a un médico, ya que "la prevención y el tratamiento temprano son clave para salvaguardar la salud y la calidad de vida".