La neumonía, una infección respiratoria aguda que afecta a los pulmones, se posiciona como la principal causa de muerte por infección a nivel mundial. Millones de personas alrededor del planeta se ven afectadas cada año, por lo que resulta fundamental comprender sus características, causas y, sobre todo, las medidas de prevención para combatirla.
Un enemigo con diferentes rostros: La neumonía puede ser causada por diversos agentes infecciosos, como bacterias, virus u hongos. En niños y adultos jóvenes, los virus respiratorios son los principales culpables, mientras que en adultos mayores y personas con sistemas inmunodeprimidos, las bacterias como el neumococo toman protagonismo.
La incidencia de neumonía es superior en los pacientes de edad avanzada con relación a los más jóvenes y esta incidencia se multiplica a medida que aumenta la edad. A eso se suma que, la frecuencia con que requieren ingreso hospitalario es mucho más elevada, de tal manera que aproximadamente el 70% de los ingresos por neumonía en adultos corresponde a mayores de 65 años.
Síntomas que no debes ignorar: Si bien la gravedad de la neumonía varía según la causa y el paciente, algunos síntomas comunes a los que debes prestar atención son: fiebre, escalofríos, tos, dificultad para respirar, dolor en el pecho y fatiga. En casos más severos, pueden presentarse confusión o bajo nivel de alerta.
Gabriela Ábalos, directora Médica de Vacunas para Latinoamérica de Pfizer, resalta la importancia de la inmunización en la prevención de la neumonía.
Prevención: la clave para combatir la neumonía: La inmunización es la herramienta más poderosa para prevenir esta enfermedad. Las vacunas contra la influenza y el neumococo son esenciales para proteger a niños, adultos mayores y personas con condiciones crónicas.
Hábitos saludables para una mejor defensa: Además de la vacunación, mantener hábitos de higiene como el lavado frecuente de manos y cubrirse la boca al toser o estornudar son medidas claves para evitar la propagación de la neumonía. Evitar el tabaquismo y controlar enfermedades crónicas también contribuyen a fortalecer el sistema inmunológico y reducir el riesgo de complicaciones.
La neumonía es una enfermedad grave que puede ser mortal, pero con información, medidas de prevención y atención médica oportuna podemos combatirla eficazmente. Inmunízate, adopta hábitos saludables y no dudes en consultar a un médico ante cualquier síntoma.
