Un estudio reciente revela que los adolescentes están recurriendo cada vez más a barras, batidos y polvos llenos de proteínas para ganar músculo.
La Encuesta Nacional sobre la Salud Infantil del Hospital Infantil C.S. Mott de la Universidad de Michigan muestra que dos de cada cinco padres informaron que sus hijos adolescentes consumieron suplementos de proteínas en el último año. Los varones adolescentes son quienes más frecuentemente usan estos complementos, muchos de ellos a diario o casi todos los días, según los padres.
"Si bien la proteína es esencial en una dieta saludable, puede ser complicado para los padres saber si sus hijos están consumiendo la cantidad adecuada", explicó Sarah Clark, codirectora de la encuesta. El estudio destaca que muchos adolescentes, especialmente los varones, usan proteínas en polvo para mejorar su rendimiento deportivo y aumentar masa muscular.
Por su parte, las chicas tienden a utilizar estos suplementos para sustituir comidas rápidas o mantener una dieta equilibrada. Aproximadamente uno de cada 10 padres también indicó que sus hijas usan suplementos de proteínas con el fin de perder peso.
Sin embargo, Clark advierte que la mayoría de los adolescentes probablemente no necesitan esta proteína adicional. "A pesar de lo que algunos creen, consumir más proteínas de las necesarias no acelerará el desarrollo muscular", señaló. Lo ideal es consumir la cantidad recomendada distribuida durante el día, en cada comida o merienda.
A pesar de ello, casi uno de cada cinco padres piensa que su hijo adolescente no está recibiendo suficiente proteína, y más de la mitad considera que una dieta alta en proteínas es beneficiosa para sus hijos. No obstante, Clark subraya que las dietas ricas en proteínas no siempre son recomendables para adolescentes, ya que pueden dejar de lado nutrientes importantes como los carbohidratos y la fibra.
La cantidad de proteína que cada adolescente necesita varía según su edad, sexo, peso y nivel de actividad física. Los padres pueden ayudar a garantizar una ingesta adecuada incluyendo fuentes de proteína en cada comida, como huevos, nueces, pescado, carnes magras, lentejas y productos lácteos, afirmó Clark.
Aunque en algunos casos puede ser necesario recurrir a batidos o barras de proteínas, Clark alerta que no siempre son opciones saludables, ya que muchas contienen cantidades excesivas de azúcar y cafeína. Es importante leer las etiquetas y optar por opciones con fibra y bajo contenido de azúcar añadido.
Finalmente, los padres deben ser conscientes del ejemplo que dan. Uno de cada tres padres reportó que también consume suplementos de proteínas, y estos padres son más propensos a tener hijos que los usen, según la encuesta. Esta encuesta representativa incluyó respuestas de 989 padres de adolescentes entre 13 y 17 años encuestados en agosto.