En un esfuerzo por mejorar la lucha contra el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y la calidad de vida de quienes lo padecen, el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el Sida (Censida) ha anunciado una reestructuración integral de los servicios de salud relacionados con el VIH, la hepatitis C y las infecciones de transmisión sexual (ITS).
Este cambio forma parte del nuevo Sistema Nacional de Salud Pública, con el objetivo de proporcionar atención accesible y de alta calidad en todo el país.
Durante la 2ª Reunión Nacional de Salud Pública, celebrada el 23 de agosto, la directora general de Censida, Alethse de la Torre Rosas, resaltó los importantes avances que México ha logrado en el diagnóstico y tratamiento del VIH. Este progreso se debe en gran medida a la colaboración entre diversas instituciones de salud, que han optimizado recursos para mejorar los resultados en la atención.
Uno de los aspectos clave de esta reorganización es la ampliación de las unidades médicas en áreas de difícil acceso, lo que permitirá que más personas reciban atención adecuada y oportuna. A pesar de estos avances, De la Torre Rosas subrayó que persisten desafíos significativos, como el hecho de que dos de cada diez personas con VIH desconocen su condición, lo que puede poner en peligro su salud y vida si no reciben tratamiento.
En México, se estima que alrededor de 380 mil personas viven con VIH, y la mayoría puede controlar la infección con una pastilla diaria, logrando una calidad de vida y esperanza de vida similar a la de las personas no infectadas. Este control se ha visto fortalecido gracias a la mejora en los medicamentos antirretrovirales y a los avances en el tratamiento de la hepatitis C, otra infección que afecta a esta población vulnerable.
De la Torre Rosas también enfatizó la importancia de la prevención en la lucha contra el VIH. Las herramientas clave incluyen la profilaxis pre y posexposición, así como la prevención de la transmisión de madre a hijo durante el embarazo. Hizo un llamado a la población para que se realicen pruebas de VIH gratuitas como parte de una estrategia nacional para mejorar la detección temprana.
El fortalecimiento de los Centros Ambulatorios para la Prevención y Atención del VIH e Infecciones de Transmisión Sexual (Capasits) es otro aspecto central de esta reorganización. Estos centros se convertirán en núcleos de coordinación y gestión, integrando los esfuerzos de todas las instituciones públicas de salud con un enfoque en la atención primaria. El objetivo es no solo mejorar la atención a los pacientes, sino también asegurar que nadie quede excluido de los servicios de salud.
Con la reorganización de los servicios de VIH e ITS bajo el nuevo Servicio Nacional de Salud Pública, se busca avanzar hacia una mayor equidad en el acceso a la salud en todo el país. De la Torre Rosas destacó que la promoción de la salud y la prevención son cruciales para combatir el VIH en México, donde cada hora dos personas adquieren el virus. Con este renovado enfoque, Censida reafirma su compromiso de garantizar que todos tengan acceso a una atención digna y de calidad.