El número de niños en EE. UU. que experimentan convulsiones tras ingerir medicamentos recetados o drogas ilícitas se ha duplicado en los últimos años, según un estudio reciente. Las intoxicaciones que provocaron convulsiones aumentaron de 1,418 en 2009 a 2,749 en 2023, con un incremento constante del 5% anual.
Los investigadores descubrieron que estos casos se duplicaron entre los niños de 6 a 19 años durante ese periodo, mientras que en los menores de 6 años hubo un aumento del 45%. El Dr. Conner McDonald, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia, señaló que las convulsiones son uno de los síntomas más graves de envenenamiento y que los niños son especialmente vulnerables, con riesgos potenciales de daño a largo plazo o muerte.
El estudio se basó en datos del Sistema Nacional de Datos sobre Envenenamientos de EE. UU., que recopila información de los 55 centros de envenenamiento del país. Los principales medicamentos relacionados con convulsiones fueron la difenhidramina, un antihistamínico de venta libre; tramadol, un opioide para el dolor; bupropión, un antidepresivo; y cannabinoides sintéticos como K2 o spice.
McDonald destacó la facilidad con la que estos medicamentos, tanto legales como ilegales, pueden encontrarse en los hogares, lo que los pone al alcance de los niños. El Dr. Christopher Holstege, jefe de toxicología médica en la Universidad de Virginia, expresó preocupación por el acceso a grandes cantidades de medicamentos como la difenhidramina y sugirió discutir medidas para restringir su disponibilidad, como venderlos en blísteres más seguros.
Los resultados fueron presentados en la reunión anual de la Sociedad Europea de Medicina de Emergencia, donde la Dra. Barbra Backus destacó la importancia de almacenar los medicamentos de manera segura para evitar accidentes. Añadió que los frascos a prueba de niños y los blísteres pueden ser útiles, pero todos los medicamentos deben mantenerse fuera del alcance de los niños.
Dado que los hallazgos se presentaron en una conferencia, se consideran preliminares hasta que sean publicados en una revista científica revisada por pares.