Un reciente estudio proporciona evidencia del mundo real que respalda el uso potencial de los agonistas del péptido 1 similar al glucagón (AR-GLP-1), como la semaglutida, para prevenir la enfermedad de Alzheimer en personas con diabetes tipo 2.
Los adultos con diabetes tipo 2 que recibieron semaglutida presentaron un riesgo significativamente menor de desarrollar Alzheimer en comparación con aquellos a quienes se les recetaron otros fármacos antidiabéticos, incluidos otros agonistas del péptido 1 similar al glucagón.
Los investigadores, liderados por Rong Xu, Ph. D., de la Case Western Reserve School of Medicine, sugirieron que estos resultados abren la puerta a nuevos ensayos clínicos para explorar la capacidad de la semaglutida para retrasar o prevenir la enfermedad de Alzheimer. El estudio fue publicado en línea el 24 de octubre en la revista Alzheimer's & Dementia.
Contexto clínico
La semaglutida ha mostrado efectos neuroprotectores en modelos animales de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson. En modelos de Alzheimer, este fármaco redujo los depósitos de beta-amiloide, mejoró la memoria espacial, el aprendizaje y el metabolismo de la glucosa en el cerebro.
En este análisis, el Dr. Xu y su equipo utilizaron datos de historias clínicas electrónicas de 17.104 nuevos usuarios de semaglutida y 1.077.657 de otros medicamentos antidiabéticos. Tras tres años, el tratamiento con semaglutida se asoció con una reducción significativa del riesgo de enfermedad de Alzheimer, especialmente en comparación con la insulina, y en menor medida con otros agonistas del péptido 1 similar al glucagón.
Semaglutida redujo el riesgo de diagnóstico de Alzheimer entre un 40 % y un 70 % en pacientes con diabetes tipo 2, con resultados consistentes en función del sexo, la edad y el estado de obesidad. Estos hallazgos coinciden con estudios previos que sugieren que los agonistas del GLP-1 pueden proteger la función cognitiva.
Prometedor, pero preliminar
Courtney Kloske, Ph. D., directora de compromiso científico de la Alzheimer's Association, destacó que aunque la diabetes es un factor de riesgo conocido para el Alzheimer, el control de la diabetes con fármacos como la semaglutida "podría beneficiar la salud cerebral simplemente mediante el control de la diabetes". Sin embargo, enfatizó que aún se necesitan ensayos clínicos a gran escala para confirmar si semaglutida reduce específicamente el riesgo de Alzheimer, por lo que no se recomienda su uso como medida preventiva en este momento.
Kloske también señaló que algunos estudios sugieren que los agonistas del GLP-1 pueden reducir la inflamación y mejorar el uso de energía cerebral, pero destacó que es necesario realizar más investigaciones para comprender completamente cómo estos efectos podrían prevenir el deterioro cognitivo y la enfermedad de Alzheimer.
Este estudio fue financiado por el National Institute on Aging y el National Center for Advancing Translational Sciences. Tanto Xu como Kloske han declarado no tener conflictos de interés económicos relevantes.