Un estudio reciente advierte que las mujeres menopáusicas que experimentan sofocos frecuentes y sudores nocturnos tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Las mujeres de mediana edad que sufren regularmente estos síntomas típicos de la menopausia tienen un 50% más de probabilidades de terminar siendo diagnosticadas con diabetes tipo 2, según informaron los investigadores en la revista JAMA Network Open.
La investigadora principal, Monique Hedderson, científica de la División de Investigación de Kaiser Permanente, comentó que las pruebas sugieren que las mujeres que experimentan estos síntomas graves parecen tener mayores riesgos para su salud, aunque se necesita más investigación para comprender las causas subyacentes.
En el estudio, se analizaron los datos de más de 2,700 mujeres que participaron en un estudio nacional a largo plazo sobre la salud femenina en los Estados Unidos. Las mujeres, que tenían entre 42 y 52 años cuando fueron reclutadas en la década de 1990, han sido seguidas por un período de 17 años. Aproximadamente un 28% de las participantes reportaron síntomas de la menopausia de uno a cinco días durante un período de dos semanas, y un 10% reportaron síntomas seis o más días a la semana.
Las mujeres con sofocos persistentes y sudores nocturnos, conocidos como síntomas vasomotores, presentaron un riesgo un 50% mayor de desarrollar diabetes tipo 2, según los resultados del estudio. La investigadora principal, Rebecca Thurston, de la Universidad de Pittsburgh, destacó que estos hallazgos refuerzan la importancia de los síntomas vasomotores en la salud cardiometabólica de las mujeres, especialmente cuando se experimentan durante largos períodos.
Aunque aún no se comprende completamente cómo estos síntomas podrían aumentar el riesgo de diabetes, los investigadores señalaron que ya existen evidencias que vinculan los sofocos y los sudores nocturnos con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas. Estas condiciones suelen ir de la mano, ya que tanto la diabetes como las enfermedades cardiacas comparten factores como la inflamación, la mala calidad del sueño y el aumento de peso.
Hedderson subrayó que la menopausia históricamente no ha sido suficientemente estudiada y que se necesita más investigación para aclarar el mecanismo detrás de los síntomas vasomotores y su vínculo con los riesgos de salud. El equipo de investigación también planea estudiar los vínculos entre estos síntomas y otros problemas de salud, como la cognición.