Los primeros ensayos muestran que un nuevo tratamiento afecta más a los glioblastomas difíciles

Las sustancias radiactivas introducidas en el cuerpo podrían representar un avance prometedor en el tratamiento del glioblastoma, una forma altamente maligna de cáncer cerebral, según una revisión reciente.

Este tratamiento, conocido como terapia alfa dirigida (TAT), implica la inyección de partículas alfa radiactivas unidas a moléculas específicas que buscan células cancerosas en el organismo. Investigaciones preclínicas indican que el TAT aumenta las tasas de supervivencia en un 16% en casos de glioblastoma recién diagnosticados y en un 36% en tumores recurrentes, según un estudio publicado en Targeted Oncology.

Comparado con la radioterapia de haz externo, donde una máquina emite rayos gamma hacia un tumor, el TAT se presenta como una alternativa más precisa y potente. Las partículas alfa proporcionan una alta dosis de radiación directamente al tumor, minimizando el daño al tejido sano circundante.

Los estudios revisados abarcaron resultados de 34 investigaciones previas sobre el uso del TAT en el glioblastoma, incluyendo experimentos con cultivos celulares, modelos animales y ensayos clínicos limitados en humanos.

A pesar de los desafíos inherentes en el tratamiento del glioblastoma, como su rápido crecimiento y su capacidad invasiva en el tejido cerebral sano, el TAT podría administrarse directamente en el tumor o en la cavidad cerebral para mejorar su efectividad.

Además de ser potencialmente más efectivo, el TAT también se destaca por ser una opción más económica en comparación con otras terapias avanzadas como la inmunoterapia o los fármacos de focalización molecular.

La investigación continua, incluyendo el desarrollo de modelos computacionales para optimizar la administración del TAT post-cirugía y en combinación con terapias convencionales, podría abrir nuevas posibilidades para mejorar la calidad de vida y la supervivencia de los pacientes con glioblastoma.