Winston Churchill dijo una vez que "el éxito consiste en ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo", una idea común que sugiere que el fracaso puede ser el camino hacia el éxito. Sin embargo, un nuevo informe revela que esta creencia podría estar equivocada y tener consecuencias negativas en la práctica.
La investigación publicada en la edición del 10 de junio de la revista Journal of Experimental Psychology: General sugiere que muchas personas no aprenden de sus fracasos como se espera. Lauren Eskreis-Winkler, profesora asistente de gestión y organizaciones en la Universidad de Northwestern y autora principal del estudio, afirma que a menudo la gente confunde cómo deberían ser las cosas con cómo realmente son. Según ella, el fracaso suele desmotivar y amenazar el ego, impidiendo el aprendizaje efectivo.
El estudio, que incluyó 11 experimentos con más de 1,800 participantes, reveló que las personas no obtienen sabiduría del fracaso como se espera. Por ejemplo, se sobreestima la cantidad de futuros profesionales como enfermeros, abogados y maestros que logran superar exámenes de licencia tras haber fallado previamente. Las enfermeras, en particular, tienden a sobrevalorar cuánto aprenden sus colegas de los errores pasados. Asimismo, se asume incorrectamente que los pacientes con problemas cardíacos adoptarán un estilo de vida más saludable, cuando en realidad muchos no lo hacen.
"Las personas suelen esperar que el éxito siga al fracaso mucho más a menudo de lo que realmente ocurre", indicó Eskreis-Winkler. "Es sorprendente cómo la gente tiende a asumir que el comportamiento pasado predice el futuro éxito, especialmente en situaciones donde eso no se cumple".
Aunque alentar a las personas con la idea de que el éxito sigue al fracaso podría suavizar el impacto emocional de los fracasos, esto no necesariamente conduce a un aprendizaje efectivo. Sin embargo, los investigadores encontraron que proporcionar información precisa sobre las bajas tasas de éxito de ciertos programas de rehabilitación y tratamiento de drogas ayudaba a las personas a ajustar sus expectativas y aumentar el apoyo para estos programas.
"Corregir nuestras creencias erróneas sobre el fracaso podría ayudar a redirigir los fondos públicos hacia la rehabilitación y la reforma en lugar del castigo", concluyó Eskreis-Winkler.