Llegó el sarampión a México ¿Cómo evitar contagios?
Un caso de sarampión importado ha sido reportado en Ciudad de México. Se trata de un niño de cuatro años de edad y fue detectado en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Al ser el sarampión una enfermedad altamente contagiosa, es necesario que se tenga en cuenta el cómo prevenir y evitar los contagios.
El sarampión es una enfermedad infecciosa causada por el virus del sarampión, que se transmite principalmente a través del contacto directo con gotas respiratorias o por el aire cuando una persona infectada tose o estornuda.
Cómo prevenir la infección por sarampión
La manera más efectiva de prevenir el contagio del sarampión es la vacunación. Actualmente, la vacuna contra el sarampión es altamente efectiva y es la medida más importante para prevenir la enfermedad.
La mayoría de los países incluyen la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR) en su programa de vacunación infantil. Se administra generalmente en dos dosis, la primera alrededor de los 12-15 meses de edad y la segunda dosis entre los 4 y 6 años de edad.
Las personas que no han sido vacunadas anteriormente también pueden recibir la vacuna en cualquier momento.
Lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón, especialmente después de toser, estornudar o usar el baño, puede ayudar a prevenir la propagación del virus del sarampión.
Si se sabe que alguien está infectado con el sarampión, es importante evitar el contacto cercano con esa persona para reducir el riesgo de contagio.
Al toser o estornudar, es importante cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo desechable o con el codo flexionado para evitar la propagación de las gotas respiratorias que podrían contener el virus del sarampión.
Evitar compartir utensilios para comer, vasos u otros objetos personales con personas que podrían estar infectadas con el sarampión puede ayudar a prevenir la transmisión del virus.
¿Cómo se contagia el sarampión?
El sarampión es altamente contagioso y se propaga principalmente a través de gotas respiratorias cuando una persona infectada tose o estornuda.
Las gotas pueden permanecer en el aire y en las superficies durante varias horas después de que una persona infectada haya estado en el área. Si alguien inhala estas gotas o toca una superficie contaminada y luego se toca la boca, la nariz o los ojos, puede infectarse con el virus del sarampión.
El virus también puede propagarse antes de que aparezcan los síntomas y hasta cuatro días después de que aparecen las erupciones cutáneas características del sarampión.
En México, la vacunación contra el sarampión generalmente se administra a través del Sistema Nacional de Salud, específicamente en centros de salud, clínicas y hospitales públicos. Las autoridades de salud locales, como la Secretaría de Salud, son responsables de coordinar la distribución y administración de las vacunas.
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