Inicialmente limitada a cinco regiones del mundo —América, África Oriental, África del Norte, Asia Occidental y Asia Sudoriental—, la leishmaniasis ha incrementado su presencia en Europa, extendiéndose de España a países como Portugal, Italia, Grecia, Chipre y otras partes de los Balcanes.
El Dr. José Luis Alfredo Mora Guevara, de la FES Zaragoza de la UNAM, explica los retos, riesgos y formas de combatir esta enfermedad parasitaria transmitida por mosquitos flebótomos, destacando tres variantes principales:
- Cutánea: Genera úlceras indoloras en la piel.
- Mucocutánea: Afecta nariz, boca y garganta, causando deformaciones graves.
- Visceral: La más peligrosa, provoca fiebre alta, inflamación de órganos y puede ser mortal sin tratamiento oportuno.
Factores que impulsan su propagación
El cambio climático ha modificado la distribución de los mosquitos flebótomos, facilitando su expansión a áreas previamente no afectadas. Investigaciones realizadas en México y otros países como Brasil y España confirman que el aumento de temperaturas acelera el ciclo reproductivo de estos vectores, incrementando su población.
Situación en México
En el país, la leishmaniasis es causada principalmente por tres especies de parásitos:
- Leishmania mexicana (cutánea y visceral).
- Leishmania infantum (predominantemente cutánea).
- Leishmania braziliensis (mucocutánea).
Entre 2012 y 2020, se registraron casos en estados como Tabasco, Quintana Roo, Chiapas y Yucatán, con picos en 2019 y 2023. Este año, hasta agosto, se han reportado 225 casos de leishmaniasis cutánea.
Prevención y tratamiento
El control de la enfermedad depende de un diagnóstico temprano y del uso de medicamentos específicos como antimoniales y anfotericina B. Además, es crucial evitar la automedicación y buscar atención médica especializada.
Para prevenir su propagación:
- Evitar acumulaciones de agua en recipientes.
- Instalar mallas en ventanas y puertas.
- Usar ropa protectora y repelentes en zonas endémicas.
Educación como herramienta clave
El conocimiento y la difusión de información son esenciales para controlar la leishmaniasis. Según el Dr. Mora Guevara, la colaboración entre autoridades, especialistas y comunidades es vital para reducir el impacto de esta enfermedad, especialmente en contextos de vulnerabilidad asociados con el cambio climático.