Un reciente estudio global revela que tres cuartas partes de los oncólogos encuestados no lograron identificar una o más situaciones que constituyen un conflicto de interés. Según el Dr. Khalid El Bairi, primer autor del estudio, esto indica una conciencia limitada en los países de bajos ingresos sobre qué situaciones representan un conflicto de interés.
El Dr. El Bairi explicó que en muchos países africanos hay una falta de formación en ética y de políticas institucionales que guíen a los clínicos en la divulgación de estos conflictos. Estos hallazgos fueron presentados en el Congreso Anual de la American Society of Clinical Oncology (ASCO) 2024 y publicados en JCO Global Oncology.
La encuesta reveló que el 58,5% de los oncólogos identificaron los honorarios como un conflicto de interés que requiere divulgación. Los regalos de representantes farmacéuticos fueron considerados un conflicto por el 50%, y el 44,5% vio las becas de viaje a congresos médicos de la misma manera. En contraste, con menor frecuencia se identificaron como conflictos de interés la financiación de investigación, los viajes a conferencias, los roles de consultoría o asesoría, la comida y bebida, el testimonio de expertos y los fármacos de muestra proporcionados por la industria.
Solo el 24% de los encuestados consideró que todos los elementos mencionados eran conflictos de interés. La encuesta, denominada ONCOTRUST-1, incluyó las percepciones de 200 oncólogos, aproximadamente el 70% de los cuales trabajan en países de bajos y medianos ingresos.
El 37,5% de los profesionales encuestados mencionaron el temor a perder apoyo financiero como una razón para no reportar conflictos de interés. A pesar de esto, el 75% afirmó que las charlas patrocinadas por la industria no influyen en sus decisiones de tratamiento, y el 60% dijo que los conflictos de interés no afectan la evaluación objetiva de los ensayos clínicos. El Dr. El Bairi y su equipo llevaron a cabo el estudio en parte debido a una editorial publicada en The Lancet Oncology el año pasado que destacó la necesidad de investigar los lazos entre oncólogos e industria en África. Los resultados de ONCOTRUST-1 servirán como base para un estudio de seguimiento que comparará las opiniones sobre conflictos de interés entre oncólogos en distintos contextos económicos.
En cuanto a los conflictos de interés en Estados Unidos, se observa que muchos autores de investigaciones publicadas en revistas importantes residen fuera del país. JAMA Network Open reporta que el 69% de las presentaciones provienen de autores internacionales. Sin embargo, el Dr. El Bairi también destacó la necesidad de discutir globalmente otros signos de influencia de la industria, como el papel de las compañías farmacéuticas en las presentaciones de ensayos clínicos en conferencias importantes, el cambio hacia la supervivencia libre de progresión como objetivo en ensayos clínicos de cáncer y el aumento de la asistencia en la redacción de investigaciones por terceros.