Los investigadores también encontraron que factores específicos
El riesgo de morir en un accidente con arma de fuego en Estados Unidos varía significativamente según la región del país, según un estudio reciente.
Las personas que viven en estados del sureste, como Mississippi, Luisiana y Alabama, enfrentan el mayor riesgo de muerte accidental por disparo, indicaron los investigadores.
En contraste, el riesgo de morir accidentalmente por armas de fuego es mucho menor en estados del noreste como Massachusetts, Nueva York, Maryland y Connecticut, según los resultados del estudio.
"Las tasas de muertes accidentales en los estados con las tasas más altas, principalmente en el sureste, eran aproximadamente 10 veces mayores que en los estados con las tasas más bajas, ubicados en el noreste", concluyó David Schwebel, profesor de psicología de la Universidad de Alabama en Birmingham.
A nivel nacional, más de 12,300 personas murieron en accidentes con armas de fuego entre 2001 y 2021, según el análisis de Schwebel basado en los datos de muertes por armas de fuego de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
El estudio también identificó factores específicos dentro de cada estado que aumentan el riesgo de muerte accidental por armas de fuego.
Como era de esperar, los estados con mayor cantidad de propietarios de armas mostraron un riesgo más alto de muertes accidentales por armas de fuego.
Además, el estudio, publicado en la edición del 25 de julio de la revista Injury Prevention, encontró que un mayor porcentaje de familias viviendo por debajo de la línea de pobreza se asocia con un mayor riesgo de muerte accidental por armas de fuego.
Schwebel advirtió que encontrar soluciones a este problema no será fácil.
"Abordar la compleja naturaleza de la pobreza en Estados Unidos es desafiante, complejo y poco probable que ocurra rápidamente", dijo Schwebel en un comunicado de prensa de la revista. "Los intentos de reducir la posesión de armas de fuego son igualmente improbables, y posiblemente inapropiados, ya que las armas de fuego son una parte integral de la cultura y la vida de muchos estadounidenses, especialmente aquellos que viven en áreas rurales".
En lugar de eso, Schwebel sugirió que los funcionarios deberían enfocarse en políticas que promuevan el manejo y almacenamiento seguro de las armas.
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