Un nuevo diagnóstico de Alzheimer u otra forma de demencia a menudo impulsa a las personas a mudarse de su hogar, según revela una investigación reciente.
"Una posible razón es que las personas con demencia y sus cuidadores podrían decidir acercarse más a familiares o cuidadores informales, ya sea mediante arreglos de vivienda independiente o al ingresar en servicios formales de atención a largo plazo", explicó un equipo liderado por Momotazur Rahman, profesor asociado de servicios de salud, políticas y prácticas en la Universidad de Brown, ubicada en Providence, Rhode Island.
El estudio fue publicado en la edición del 14 de octubre de la revista JAMA Network Open.
Los investigadores analizaron datos de Medicare sobre los historiales residenciales de más de 1.6 millones de beneficiarios que habían recibido un diagnóstico de demencia, infarto, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o cáncer de colon en 2016.
Se llevó a cabo un seguimiento del lugar de residencia de cada persona (incluidos los hogares de ancianos) durante los ocho años anteriores y posteriores al diagnóstico de 2016, abarcando el periodo de 2012 a 2020.
Durante los cuatro años previos a un diagnóstico de demencia, el estudio no encontró diferencias significativas en el lugar de residencia de las personas ni en su decisión de mudarse. Sin embargo, en los cuatro años posteriores a dicho diagnóstico, el 22 por ciento de las personas se trasladaron a un condado diferente dentro de EE. UU., lo que representa un aumento del 40% en las reubicaciones en comparación con aquellos diagnosticados con otras afecciones como infartos o EPOC.
El estudio también halló que las personas diagnosticadas con demencia tenían más probabilidades de mudarse a otro estado. En la mayoría de los casos, simplemente cambiaron de casa, en lugar de ingresar a un hogar de ancianos.
"Nuestros hallazgos destacan el profundo impacto que un diagnóstico de demencia puede tener en las decisiones sobre vivienda, desafiando las nociones tradicionales del envejecimiento en el lugar y enriqueciendo nuestra comprensión de la relación entre salud y migración", señalaron los investigadores en un comunicado de prensa de la Asociación Americana de Psiquiatría.
Los nuevos datos podrían tener importantes implicaciones para el envejecimiento de la población.
"A medida que la población mundial envejece y aumenta la prevalencia de la demencia, es esencial que los legisladores y las comunidades reconozcan y aborden los patrones migratorios únicos y las necesidades de las personas que enfrentan esta condición que cambia la vida", concluyeron.